El secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, afirmó hoy que durante el paro de mañana ese medio de transporte prestará un servicio "habitual" y descartó la realización de piquetes, al advertir que quien eventualmente los hiciera "pagaría un costo muy alto". Hoy Aníbal Fernández habló de "denuncias penales". y el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, aseguró que habrá transporte "para el que quiera trabajar".
El líder del gremio de los "metrodelegados", integrante de la CTA de Hugo Yasky, afín al Gobierno, aseguró que el subte brindará mañana "un servicio como todos los días, habitual". En declaraciones a distintas radios, el sindicalista aclaró que si "algún trabajador" de la red de subterráneos adhiere a la medida de fuerza, será un gesto individual, no "masivo".
"Quizás haya algún trabajador que pueda llegar a no ir a trabajar, (pero) es parte de esta coyuntura política donde precisamente nadie siente que va a ser sancionado, si adhiere a una protesta, o reprimido, si va a una movilización", indicó Pianelli reiteró que "en este amplio espectro de libertad, puede ser que haya algún trabajador que se quede en su casa, pero no creemos que sea (un gesto) masivo ni de grandes sectores; puede ser (que lo decida) individualmente". "No somos un gremio que plantea una disciplina, como se conoce en otros gremios, coercitiva", subrayó.
El gremialista rechazó la posibilidad de que mañana haya sectores que lleven adelante piquetes con el fin de impedir que los subtes funcionen como está previsto. "No veo condiciones para que el que quiera hacer eso (lo lleve adelante). Me da la sensación de que (en ese caso) está muy equivocado y pagaría un costo político muy alto", alertó. Pianelli explicó que su gremio no respalda el paro convocado por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli por entender que "tiene una connotación política". Para el dirigente sindical, no debe haber "un cambio de rumbo económico" integral como dijo que plantea el sindicalismo opositor, sino algunas "modificaciones".
"Más allá de que hay algunos reclamos que son justos, en los que podemos llegar a tener coincidencias, como subir el tope de Ganancias -por eso plantemos necesidad de hacer una reforma tributaria- y lo de las asignaciones familiares, creemos que este paro tiene una connotación política", enfatizó.
El metrodelegado recordó que si bien "hemos hecho huelgas generales a otros gobiernos en momentos que se planteaba un cambio de rumbo económico", esto no es lo que demanda su gremio en la actualidad. "Creemos que hay que hacer modificaciones, pero un plan económico que permite paritarias todos los años o que ha dado la Asignación Universal por Hijo no es un plan que haya que cambiar", señaló. Insistió en que él y sus colegas "creemos que hay que modificar aspectos" de ciertas políticas gubernamentales pero que "hay otras vías para lograrlo".
¿Qué pasará con el 60?
Los choferes de la línea 60 de colectivos, con 17 ramales en el área metropolitana, admitieron adherir a las "reivindicaciones" de la huelga nacional del 20N pero aseguraron que no se plegarán al paro.
No obstante, reclamaron "seguridad" al Gobierno y a la empresa a cargo del servicio, Micro Omnibus Norte SA (MONSA), para cumplir mañana con sus tareas laborales, al recordar que está previsto que el cese de actividades sea reforzado con "cortes de calles".
La adhesión a las demandas fue informada a DyN por el delegado de los conductores de la línea 60 José Alderete, quien aseguró que respetarán la decisión de "la cúpula" de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) -enrolada en la CGT de Antonio Caló-, pese a haber mantenido hasta enfrentamientos físicos con afiliados al sindicato de Roberto Fernández en los últimos años.