El tiempo comenzó a correr para el agitado Partido Justicialista (PJ) y los próximos 20 días —hasta el 8 de abril que cierran las listas para elegir la conducción partidaria— prometen imprimirle aún una mayor vorágine de la que viene atravesando.
Esta vez, la lapicera que completa las nóminas no tiene dueño (como pasó durante el kirchnerismo), por lo que los diferentes sectores buscarán imponer su postura. Aunque la mayoría de los dirigentes peronistas apuestan a una lista única, algunos retarán a la unidad hasta último momento, en busca de la mayor cantidad de espacios en la conducción partidaria.
“Yo tengo el overol puesto para trabajar por la unidad del peronismo, desde el lugar que me toque estar”, dice a PERFIL el diputado José Luis Gioja. El ex gobernador de San Juan mantiene encuentros en diferentes provincias para avanzar en la lista de unidad (su última reunión fue el jueves por la noche en Lomas de Zamora con intendentes bonaerenses). Hay otros dirigentes históricos como Gildo Insfrán (gobernador de Formosa) y Eduardo Fellner (actual titular del PJ) que recorren el interior para sellar un acuerdo que lleve a Gioja como presidente del partido.
Pero la derogación de la ley Cerrojo y de Pago Soberano se metió de lleno en la interna partidaria en la que los kirchneristas cuestionaron la figura de Gioja (aunque finalmente votó en contra) e instalaron el nombre de Jorge Capitanich (intendente de Resistencia) para desafiar la unidad e ir a elecciones el 8 de mayo. Este sector que hoy se reunirá en Avellaneda (ver aparte) volverá a cuestionar la aprobación de las leyes que ahora deberá debatir el Senado e insistirán con otros nombres para la pelea partidaria.
“Será una demostración de fuerza para conseguir lugares en las listas, pero no se van a animar a ir a internas y perder hasta la pelea partidaria”, coinciden varios dirigentes del PJ que descartan que haya elecciones internas. Capitanich ya tiene un frente abierto en Chaco con el actual gobernador, Domingo Peppo, y no estaría dispuesto a dar otra batalla.
Otro nombre. Por eso, los kirchneristas deslizan otro nombre: el de Daniel Scioli (muchos de ellos lo desaprobaron durante varios años). El ex gobernador bonaerense se mostrará hoy con este sector en la cumbre K, pero irá sólo a la apertura del encuentro y escapará lo más que pueda de las fotos con sectores de La Cámpora. Scioli no pretende competir en las internas y prefiere la unidad. Incluso, apoya a Gioja para la futura conducción.
Mientras tanto, el PJ se organiza para lo que pueda suceder. Se inscribieron 200 mil nuevos afiliados para poder votar (ya eran 3.560.950) y, en caso de haber internas, se pedirá la habilitación de una escuela por distrito para elegir autoridades. El partido sólo destinaría dinero para la impresión de planillas y envío de material por correo a cada localidad, ya que las urnas las otorga el ministerio del Interior y las boletas, el gasto más significativo de la interna, correría por cuenta de los candidatos.