POLITICA
Agendas distintas

Bailes presidenciales: cuando el ritmo del poder no va en sintonía con la calle

Tal como sucedió con Macri esta semana, Cristina Kirchner y Carlos Menem también protagonizaron danzas que serán recordadas por su desconexión con la realidad del país.

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Carlos Menem, Cristina Kirchner y Mauricio macri bailando durante sus mandatos | CEDOC

"Es humillante ver al Presidente bailando sabiendo que el pueblo está protestando por el hambre". La frase la soltó Hugo Moyano el martes 25 de septiembre durante el paro general contra la política económica del Gobierno. El camionero se refería al baile que había protagonizado la noche anterior Mauricio Macri en Nueva York junto a la vicedirectora ejecutiva de la fundación Atlantic Council. Así como este, otros dos momentos pasaron a la historia por el desconcierto que generaron en su momento: el acto de Cristina Kirchner en 2013 mientras reprimían a manifestantes en Tucumán y los pasos de Carlos Menem en 1991 junto a una odalisca en lo de Mirtha Legrand.

Los bailes de 3 presidentes en medio de una situación de crisis en Argentina:

  • Mauricio Macri. Este martes, el presidente recibió en Nueva York el premio "Ciudadanos Globales 2018" organizado por el Atlantic Council en el Salón Ciprinani. Se trata de un galardón que se le entrega a personas que "han hecho una excepcional y distintiva contribución para fortalecer la relación transaltántica". Cuando se produjo el momento de la entrega de la distinción, Macri subió al escenario y ensayó unos pasos con la vicedirectora ejecutiva de la fundación Atlantic Council, Adrienne Arsht. A continuación, el mandatario distendido le dijo: "Olvidó mencionar que soy un gran bailarín. Por favor no lo olvide la próxima vez“, tomó la mano de Arsht y la sacó a bailar ante la sonrisa de los presentes. En paralelo al baile, representantes del Gobierno negociaban un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a la crisis económica, mientras que en la Argentina se palpitaba el cuarto paro general contra la gestión de Cambiemos. El más duro contra la imagen que recorrió el mundo fue Hugo Moyano: "Es humillante", señaló.
  • Cristina Kirchner. El 10 de diciembre de 2013, la expresidenta bailó junto al grupo de teatro El Choque Urbano en los festejos en Plaza de Mayo por el 30 aniversario del retorno de la democracia y hasta jugó a tocar un bombo. Durante largos minutos, en pantalla partida se observaban protestas policiales en todo el país y represión a manifestantes en Tucumán. A pesar de la situación, Cristina no se refirió a los al menos ocho muertos que llevaban registrados hasta el momento durante los saqueos. Apuntó a los “violentos” que buscan "desgastar los valores de la democracia" y condenó "la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defenderla". Lo más crudo se vio antes de las 21. Cristina se acercó al escenario principal que se montó en el frente de la Casa Rosada, acompañada con actores, actrices y músicos, entre ellos Sofía Gala, Moria Casan, Flor de la V y Marilina Ross. En ese momento, el enfrentamiento entre los manifestantes y la policía de Tucumán era atroz, con imágenes de personas ensangrentadas cubriendo todas las pantallas. A mil kilómetros de distancia, la entonces Jefa de Estado se puso a bailar con la banda de Granaderos \'Fanfarria del Alto Perú\'  junto al grupo El Choque Urbano, que habían entonado el Himno Nacional Argentino.

 

  • Carlos Menem. El expresidente no tuvo inconvenientes para mezclar su vida personal y la frivolidad del lujo con una gestión que dejó a millones de argentinos en la pobreza. En 1991, durante su primavera con la sociedad y los medios de comunicación Mirtha Legrand lo invitó a su programa y le regaló un baile con una odalisca llamada Fairuz. "Ese baile fue un golpe de efecto fuerte para mí. A partir de ahí salí en tres mil programas y hasta pude viajar a Egipto", dijo la bailarina. Mientras el riojano desplegaba sus dotes de bailarín se negociaban las privatizaciones y la convertibilidad había llegado para quedarse. Diez años después el país vivió una de las peores crisis económicas de su historia.

RI/MS