El 17 de noviembre de 2010 la diputada Graciela Camaño se acercó a su par, Carlos Kunkel, lo movió y le pegó un cachetazo en plena sesión de comisión. Esa misma noche fue a dar explicaciones de sus actos a TN. Marcelo Bonelli le preguntó si pedía disculpas y ella respondió: "A la gente, a mis colegas que estaban trabajando, pero al diputado Kunkel no".
Meses más tarde, su marido, el jefe de los Gastronómicos, Luis Barrionuevo, contó a La Nación: "La llamé y la cagué a pedos. ¿Cómo vas a hacer eso? Patotero yo y patotera mi mujer. Me desprestigiás. Ahora, ¿vos viste que Kunkel nunca más jodió?".
La forma de ser de ambos los muestra como uno de los matrimonios más lanzados de la política argentin a la hora de hacer declaraciones. El punto más alto de esas reacciones llegó el 2 de marzo de 2003. Ese día debían realizarse elecciones provinciales en Catamarca y Barrionuevo tenía prohibido presentarse por no cumplir el requisito de cuatro años de residencia efectiva inmediata a la fecha de los comicios que establece la Constitución local.
El dijo que estaba "proscripto". Sus seguidores quemaron las urnas para impedir las elecciones locales. Días más tarde, en plena campaña, la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner fue a la provincia y seguidores del sindicalista le tiraron huevos mientras hablaba en el escenario.
No robarás. Pero además estos actos, Barrionuevo quedó en la historia al decir que "hay que dejar de robar por dos años para sacar al país adelante".
Hace unos días, aprovechó el 24 de marzo para conseguir nuevamente un título principal en todos los medios de comunicación. Definió a Néstor Kirchner como un político que "robó cerca de seis ó siete mil millones de dólares", "se cagó muriendo a los 60 años" y "fue un avaro" (sic).
Barrionuevo - Camaño: un matrimonio duro de domar
El sindicalista y la diputada suelenaparecer en los medios con excesos verbales y frases célebres. Video.
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