Cae la actividad económica y aumenta el empleo precario

Dos tercios del empleo en Argentina se concentran en sectores que están por debajo de la productividad promedio. En los últimos diez años, la economía se estancó y la fuerza laboral creció. Pero, a diferencia de décadas anteriores, los 3,4 millones de puestos de trabajo creados en el último período fueron más informales e improductivos.

Esas fueron algunas de las principales conclusiones del seminario organizado por Techint, Productividad. Tendencias y desafíos, en el que expertos analizaron la situación laboral y económica del país.

Una de las cuestiones más preocupantes, señaló la economista y consultora Marina Dal Poggetto, es que Argentina está “en niveles de productividad similares a los de los años 70”, y que asistimos a “un estancamiento crónico de la economía, con un empleo que crece un 20%”.

Dal Poggetto dio datos contundentes para explicar la situación que atraviesa el país. “Entre 2003 y 2011, la economía creó 3,1 millones de puestos de trabajo, y entre 2012 y 2022, con la economía estancada, se crearon 3,4 millones de puestos de trabajo”. En el primero de estos períodos, prosiguió, “fue todo crecimiento del empleo formal, fundamentalmente privado y en menor medida público”. En los últimos diez años, en cambio, lo que se ve es “un aumento muy fuerte en el empleo informal”, aunque con alto grado de calificación.

En el mismo sentido, el economista Hugo Hopenhayn afirmó que el país está en un momento de estancamiento. “Argentina tiene poco menos del 40% de ingreso per cápita que EE.UU.”, detalló. “Pero si igualáramos la productividad, cortaríamos la brecha a una tercera parte de lo que es”.

En el aumento de la productividad, señaló el especialista, confluyen factores como la tecnología y el capital humano. “Los países subdesarrollados tardan más tiempo en adoptar nuevas tecnologías, y lo hacen con menos intensidad”, afirmó.

El capital humano y la cantidad de firmas también influyen en los niveles de productividad. “Desde 1996 hasta 2022, según el Observatorio de empleo y dinámica empresaria, lo que vemos es una caída muy grande, del 20%, en la cantidad de empresarios per cápita”.

Eso también se refleja en “la caída en la tasa de nacimiento de nuevas firmas”, explicó.

Hoy, uno de los principales problemas del país, concluyó el economista, es la incertidumbre. “Estamos preocupados por la incertidumbre, cuyo efecto inmediato es generar dificultades para pronosticar” y, por lo tanto, invertir.

Sin embargo, y llevando adelante las reformas necesarias, el panorama podría cambiar. “Argentina sufre un estancamiento de la productividad, pero ahora hay sectores que están listos para dar un shock importante, con Vaca Muerta a la cabeza”, señaló en este sentido el economista Fernando Navajas. “Es una cosa bastante particular, un salto particular que está ocurriendo, en donde la economía está estancada, pero está teniendo como shocks potenciales muy fuertes”.

Ahora, “la pregunta es si esas mejoras sectoriales, sin otros cambios en la economía, pueden revertir la tendencia a la productividad agregada, en un contexto económico de cepo, tipos de cambio múltiple y débil consistencia macrofiscal”.

Más allá de la respuesta, los expositores coincidieron en que productividad y empleo de calidad son variables directamente relacionadas. “Aproximadamente dos tercios del empleo en Argentina está en sectores que están por debajo de la productividad promedio de la economía”. Pero, “si no se resuelven los problemas de consistencia económica, no se puede avanzar en la productividad”, sintetizó Navajas.

Según un informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina, en junio la actividad registró una caída del 0,3% interanual y del 2,3% respecto al mes de mayo.

Y, de acuerdo con los datos del último informe del Indec sobre la actividad económica, la industria manufacturera tuvo una caída del 3,6% interanual en junio.