Después de 16 horas de una sesión marcada por chicanas dentro del recinto, incidentes alrededor del Congreso y una serie de cacerolazos en varios puntos del país, Cambiemos logró aprobar la reforma previsional con la que ANSES apunta a recaudar cerca de cien mil millones de pesos, que serían destinados a las provincias. Ante la mirada cansada de varios legisladores, la pantalla de la Cámara de Diputados registró 127 votos afirmativos, 117 negativos y 2 abstenciones.
David orientó su discurso a la oposición. "Hoy ha funcionado mucho el peronómetro. Hay algunos que en el nombre de Perón y Evita se chorearon hasta las cenizas de los ceniceros", bramó el salteño.
A su turno, Rossi remarcó: "Estamos votando en un día particular". "Propongo un minuto de silencio por los argentinos que murieron en diciembre de 2001.", solicitó. Cuando se reanudó el debate, cargó contra el oficialismo. "Han despertado la reacción en conjunto de la sociedad argentina. se negaron a verlo permanentemente", cuestionó el legislador santafesino. "Los genios que pergeñaron esto tendrán que analizar qué pasó desde el 23 de octubre que perdieron tanta representatividad", lanzó.
"El Gobierno se está equivocando y se está equivocando feo. ¿No se le ocurrió ninguna ingeniería fiscal al mejor equipo de los últimos 50 años?", ironizó el diputado K, a la vez que volvió a cuestionar el bono compensatorio propuesto el viernes, luego de que se levantara la sesión del jueves, entre escándalo dentro y fuera del recinto. "Lo del viernes (la propuesta de un bono compensatorio) fue un engaña pichanga, un caramelito en papel celofán. Es un poco antiguo pero es así".
Las declaraciones de Rossi valieron la contestación del radical Mario Negri. "La oposición no anda con fósforos donde hay nafta", expresó. "La responsabilidad me indica otra decisión. Señor presidente, mande a votar", pidió Negri a Monzó, apenas pasadas las 7 am.
La sesión. A diferencia de la accidentada sesión del jueves pasado, en la que Cambiemos había fracasado en sostener un quórum que apenas pudo verificarse en un lapso de segundos, en esta oportunidad el interbloque Argentina Federal cumplió con las directivas de los gobernadores a los que representa y no retaceó el número que el oficialismo necesitaba para arrancar la sesión especial.
El tratamiento se produjo en el marco de una serie de jornadas de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad. Este lunes también fue el escenario para un nuevo y contundente cacerolazo (el primero fue en julio de 2016 por el "tarifazo"). El estridente sonido de las cacerolas se repitió en las principales ciudades del país.
En este sentido, se destaca el gran número de heridos que se produjo en el choque de este lunes entre un grupo de violentos manifestantes y las filas de la Policía de la Ciudad que se vio desbordada en su capacidad operativa. Hubo 162 heridos: 88 policías y 74 civiles.
La sesión se llevó adelante en el marco de una jornada de extrema tensión y violencia, que registró impactantes enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en la Plaza de los Dos Congresos y sus adyacencias.
En la noche del lunes, el debate continuó mientras en distintos puntos de la Ciudad, del Conurbano y del interior del país se organizaban cacerolazos y marchas hacia el Congreso y Plaza de Mayo. En la madrugada del martes, volvieron los piedrazos que habían marcado la jornada anterior.
Luego de cinco horas de debate en base a cuestiones de privilegio formuladas por diputados de la oposición, que incluyeron numerosos mociones de orden (que no prosperaron) para frenar el debate, el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, hizo sonar la sirena de largada al tratamiento de la reforma.
El debate. El miembro informante del oficialismo, Eduardo Amadeo (PRO), apuntó pasadas las 19 horas, contra la oposición por haber caldeado los ánimos de la discusión a partir de una "enorme campaña de falsedades que ha generado angustia en mucha gente que cree que aquí va a salir una decisión que va a empeorar su nivel de vida".
El diputado macrista recalcó que la fórmula de movilidad jubilatoria que se pretende erradicar, que combina la evolución de los salarios con la tasa de recaudación, "no es sustentable y por lo tanto amenaza el destino de millones de jubilados y pensionados". En su larga exposición, Amadeo objetó la actual fórmula de movilidad, a la que definió como "inestable porque está sujeta a los vaivenes inciertos de la recaudación", y reivindicó el criterio propuesto por el oficialismo para actualizar de manera trimestral (actualmente es semestral) los haberes en base a la inflación, "como utilizan todos los países del mundo".
En cambio, la diputada del Frente Renovador Mirta Tundis cuestionó la modificación que permitirá que los trabajadores puedan extender optativamente su vida laboral activa hasta los 70 años. "Es antipático quitarle el haber, la comida a los jubilados sabiendo que también les quitaron los medicamentos", lamentó Tundis, que acotó que "lo único bueno que tiene esta ley" es que los aumentos pasan a ser trimestrales.
Por su parte, la diputada del Frente para la Victoria-PJ Luana Volnovich advirtió que con esta reforma jubilatoria, el Gobierno pretende bajar la "tasa de sustitución": "hoy si un trabajador gana 10 pesos, cuando va a la ANSES se jubila con 6. Con la nueva fórmula de calculo de liquidación de haberes, se va a jubilar con 4". "Este bono para los jubilados es como si un delincuente secuestrara a un jubilado, lo llevara a un descampado, le robara todo lo que tiene y después le diera 200 pesos para que vuelva a su casa. Eso es el bono Kosiner", desenfundó Volnovich.
A su turno, el jefe del bloque Evolución Radical, Martín Lousteau, cuestionó el funcionamiento actual del sistema previsional y criticó la reforma propuesta por el Gobierno al sostener que "los jubilados no tienen ninguna responsabilidad de las cosas que la política no supo discutir a tiempo".
Luciano Laspina (PRO) destacó, por su parte, que la formula que propone el oficialismo "protege mucho más a los jubilados de los vaivenes de la inflación" dado que otorga "una movilidad cada tres meses y le da al sistema previsional una garantía de que lo que está escrito se va a poder pagar".
En tanto, Axel Kicillof (FpV-PJ) apuntó contra los representantes de cambiemos que "se pasaron años diciendo que las jubilaciones eran bajas" y que "ni bien tuvieron oportunidad presentaron una ley que las va a bajar más". "Devuelvan el impuesto a la riqueza que sacaron ustedes. Devuelvan el impuesto a las mineras que sacaron ustedes. El déficit lo provocan ustedes y es producto de que les han perdonado impuestos a los ricos. Gobiernan para los ricos", sentenció el ex ministro de Economía.
El diputado del bloque Justicialista Diego Bossio se diferenció de la postura de su bancada, y respaldó la fórmula actual que su momento, cuando era titular de ANSeS, le había tocado defender. "Quiero rescatar la libertad en nuestro bloque a la hora de opinar", ponderó, y destacó que la ley vigente es considerada "buena para millones de argentinos que nunca la cuestionaron".
Uno de los más contundentes, fue el verborrágico Fernando Iglesias, quien mandó un mensaje al “club del helicóptero”. “Les duele que los delincuentes vayan a prisión, por eso es el escándalo y el candombe que armaron hoy”, disparó entre los gritos de reprobación de la oposición, y agregó: “Les duele que baje la pobreza; les duele también que mientras hablan de timba financiera, la inversión más rentable en la Argentina ha sido todo este año la más ligada a la producción: la Bolsa”.
Por último, dedicó “tres mensajes” a la oposición: “En primer lugar, no van a poder; esto no es el 2001, no somos la Alianza, ¡no van a poder!; en segundo lugar, las jubilaciones van a aumentar por encima de la inflación; y lo último que quiero decirles es que no vuelven más… No el peronismo, que puede volver, sino el club del helicóptero, porque la gente quiere democracia y no patota; quiere un gobierno y no una mafia”.