Consultado sobre el accionar del magistrado que le dio la libertad condicional a Sebastián Wagner, presunto autor del crimen de la joven de 21 años, el funcionario judicial manifestó: "La libertad condicional -o todos los beneficios que se le puede dar a un detenido- están sujetos a informe que, si bien no son vinculantes, deben ser tomados en cuenta y valorados por el juez que dispone una libertad; y están sujetos al tipo de delito y a la potencial reincidencia que pueda tener el individuo".
"He leído lo que escribió (Carlos) Rossi y no he llegado a entender desde el punto de vista lógico por qué frente a informes que decían 'no lo ponga en libertad', lo pone en libertad", precisó el jurista.
“Uno de los problemas más importantes de nuestro país es que las cárceles están súper pobladas a pesar de que se excarcela a una gran cantidad de la población”, manifestó el titular de la Fiscalía de Instrucción de Saavedra y Núñez en diálogo con el programa Plato Fuerte, conducido por María Laura Santillán y emitido por Radio Nacional.
Campagnoli sostuvo que “no hay un sistema que garantice a los argentinos que aquel que sale de la cárcel no va a reincidir, no hay un seguimiento de los presos. Hay determinados delitos, como las violaciones, que deben ser especialmente seguidos. Yo no estoy de acuerdo con las libertades condicionales".
“La finalidad de la pena no es que el delincuente sufra en prisión, sino que salga mejor”, aseguró el fiscal, y comentó que en su “distrito ningún delincuente que pasó 10 veces por la comisaria es dejado en libertad”. Asimismo, el funcionario judicial realizó una crítica a la justicia penal: “Las cárceles están llenas pero falla la justicia penal. Falta eficiencia en las investigaciones penales y se ha flexibilizado demasiado la libertad condicional”.
Respecto al jury de enjuiciamiento al que fue sometido durante el gobierno de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Campagnoli señaló que los que atestiguaron en su contra hoy están presos. “Era complicado investigar durante el kirchnerismo, me costó estar ocho meses suspendido y mi grupo de trabajo”, y acotó que la posición que tomó la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, fue cercana a la del encubrimiento. En contraposición, hoy hay un grupo que juntó más de 200 mil firmas para que sea Procurador General de la Nación.