Con la pandemia de covid como condicionante casi permanente y la campaña electoral tiñendo buena parte de la actividad, el Congreso cerró otro año de trabajo con 62 leyes aprobadas, apenas por debajo de las 66 leyes registradas en el período anterior.
El 2021 fue un año de duras disputas políticas con la mira en la economía y la reactivación en medio de una postpandemia que nunca termina de llegar.
Al igual que en 2020, el sistema de trabajo remoto permitió sortear las dificultades de la presencialidad limitada, pero los insistentes reclamos de la oposición llevaron primero a un sistema mixto que derivó luego en el regreso pleno al trabajo en el recinto y las comisiones. Precisamente, este hecho fue el que complicó los planes tanto del oficialismo como de la oposición tanto en la última sesión de Diputados con el positivo de una legisladora del PRO que sumado a las ausencias de dos de sus colegas de bancada llevó a una derrota parlamentaria, como en la reunión del Senado, con un caso detectable de un referente del Frente de Todos que puso en riesgo el quórum.
El año comenzó con la convocatoria a extraordinarias por parte del presidente Alberto Fernández, como se espera también para el verano 2022 y el trabajo se mantuvo casi constante al menos hasta mitad de año, cuando mermó la actividad ante los preparativos para las PASO de septiembre. Desde el receso invernal hasta finales de octubre hubo escasa actividad, que revivió con una oposición envalentonada por el resultado electoral y un oficialismo preocupado acerca de cómo haría para aprobar leyes sin quórum propio en ambas Cámaras a partir del 10 de diciembre.
La discusión del Presupuesto 2022 fue el más claro ejemplo de los dos posicionamientos y un anticipo de lo que será el escenario de los próximos dos años: polarización casi completa, aunque con relevancia de bloques provinciales y de aquellos espacios más alejados del centro que demostraron ser estratégicos en las últimas votaciones.
El proceso electoral permitió un reacomodamiento en el equilibrio de fuerzas que en el caso del oficialismo prácticamente mantuvo la representación en Diputados aunque con una significativa reducción en el Senado que los dejó sin quórum, mientras que en Juntos por el Cambio significó el ingreso de referentes fuertes y diversos que derivaron en la fragmentación del interbloque en Diputados y un rediseño en la Cámara alta, con la mira en 2023.
Durante 2021, Diputados registró un total de 15 sesiones realizadas e igual número en el Senado, lo que totaliza un total de treinta reuniones virtuales y presenciales, que se ubican por debajo de las 42 sesiones que tuvieron lugar en 2020.
Entre los principales proyectos que obtuvieron sanción definitiva se encuentra el alivio fiscal para pequeños contribuyentes, la suba del piso del Impuesto a las Ganancias y el reciente cambio en Bienes Personales, la aprobación de beneficios para usuarios de gas en zonas frías, así como el Etiquetado Frontal de alimentos, el cupo travesti trans para empleos públicos y el régimen de protección de los derechos humanos para personas en situación de calle. Sin embargo, parte del año parlamentario también quedó registrado en lo que no pudo ser aprobado como el Presupuesto 2022 a la cabeza, que abrirá una nueva discusión a partir de marzo sobre si habrá un proyecto alternativo o una ampliación más sobre mitad de año tal como sucedió en 2020, la reclamada Ley de Humedales o la polémica Ley de Envases, promovida por La Cámpora que no tuvo eco en el propio Frente de Todos y quedó trabada.
Como desafío quedará el tratamiento del Plan Plurianual, que el Gobierno debió patear al menos hasta que finalice el verano a la espera del acuerdo con el Fondo Monetario y dos ejes judiciales como la reforma del Consejo de la Magistratura y la cobertura de la vacante en la Corte Suprema, que seguramente reeditarán los cortocircuitos de la fallida reforma judicial y del Ministerio Público Fiscal.
En lo inmediato, se espera la convocatoria a sesiones extraordinarias que, de acuerdo a lo previsto a nivel parlamentario, permitiría comenzar con las reuniones de comisión no antes de la segunda quincena de enero para tener al menos una sesión en cada Cámara durante febrero con el foco en los proyectos de reactivación económica.
Solo dos visitas del jefe de Gabinete
El registro de visitas del jefe de Gabinete al Congreso para cumplir con el mandato informativo que impone la Constitución Nacional volvió a estar durante 2021 lejos de la cifra ideal y hubo solo dos presencias por parte de Santiago Cafiero, una por cada Cámara. En el caso de Juan Manzur no asistió nunca al Congreso y solo presentó un informe por escrito en el Senado, que no reemplaza el debate cara a cara con los legisladores que pasan parte de sus preguntas anticipadas pero que también pretenden tener respuesta en vivo del jefe de ministros, referente fundamental de la gestión del Gobierno. Durante 2020, Cafiero visitó entre oportunidades el Congreso mientras que Marcos Peña, jefe de Gabinete de Mauricio Macri, también había esquivado la obligación en 2019, pleno año electoral, y estuvo dos veces.