"Nadie quiere ser rubia y de ojos celestes. Soy orgullosamente morocha y argentina. Pero también quiere hablar sobre lo que pasó que ahora lo vemos con el despliegue de la maniobra o campaña anti-argentina. La campaña está siendo llevada a cabo por los fondos buitres. Y también por lo resuelto por la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de Nueva York, pero desconocen la legislación", señaló hoy en Casa de Gobierno la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Sin darse cuenta con el fervor de su discurso, su primera aparición luego de un breve reposo, Cristina apeló al mismo lema que la dictadura utilizó para desacreditar las denuncias de los argentinos en el exterior sobre los desaparecidos y de las publicaciones por Derechos Humanos internacionales.
Los militares también hablaban de "campaña antiargentina" para menospreciar las críticas que llegaban desde fuera del país. El concepto creció a medida que se acercaba la Copa del Mundo de 1978, cuando el gobierno de facto minimizaba las denuncias dentro y fuera del país por los miles de desaparecidos en centros de clandestinos de detención, los "vuelos de la muerte" y otras formas de la represión estatal ilegal.