La diputada Graciela Ocaña será candidata a legisladora porteña, va con su propio partido y asegura que quiere controlar al gobierno de Mauricio Macri. Habla de la corrupción en la Ciudad y de la obra pública como punto en común con el gobierno de CFK.
—¿Cómo califica al gobierno de Macri?
—Macri hizo y hace un gobierno regular, de prueba y error. Falta una idea rectora de hacia dónde se quiere ir. Voy a rescatar lo positivo, pero señalar lo que está mal. El nacional y el porteño son dos gobiernos distintos, pero hay que verlos con la misma mirada. Quiero terminar con la corrupción que destruye y deriva fondos de la salud, la educación y la seguridad. A veces no sé por qué se pelean porque el gobierno de Cristina y Macri tienen los mismos proveedores de la obra pública.
—¿Se refiere a Nicolás Caputto, amigo de Macri ?
—Sí, Caputto. Son siempre los mismos grupos empresarios.
—¿La obra pública es un área de corrupción tanto en el Gobierno nacional como en el porteño?
—Creo que la obra pública es un sistema por donde pasa la corrupción. Te cuesta creer que una empresa que se comporta de determinada manera con el Gobierno nacional cambie con el porteño. Hay que evitar los oligopolios, los acuerdos por debajo de la mesa. Hay mecanismos para dar más transparencia en las licitaciones y abortar la coima. Los estándares que uno exige para otro tiene que imponérselos para uno mismo.
—Macri tiene una alianza con Hugo Moyano en el sistema de recolección, a quien usted enfrentó. ¿Con la recolección de residuos pasa lo mismo?
—Las empresas que se presentan siempre son las mismas. Covelia –ligada a Moyano– apareció subcontratada. Los costos son crecientes. Si la Ciudad no separa en cada hogar los residuos, no va a cambiar nada. En lugar de premiar a los contratistas, deberían premiar a los vecinos que ayuden a la separación de residuos en origen.
—¿Dónde ve el mayor problema de corrupción en la Ciudad?
—En el área de control. Si bien tengo que reconocer que hubo un cambio de funcionarios en el último año y hubo mejoras, esa área es la encargada de habilitar locales que no están en regla, que ejercen la trata de personas, edificios con irregularidades, boliches que no deberían estar habilitados. Estos cargos no pueden depender de la persona, sino de cambios estructurales.
—Hizo una alianza con un dirigente muy distinto a usted, el sindicalista Daniel Amoro.
—No todos los sindicalistas me ven como una enemiga.