En nombre de "mayor pluralidad" el presidente Mauricio Macri dispuso cerrar el Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego. "Los propósitos con que fue creado chocan con cualquier idea plural y democrática de la historia", dice el ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto. "Lo cerramos en nombre del pluralismo porque es una mirada, no una mirada plural" concluyó.
En esas palabras descubrimos la semilla del autoritarismo y de la visión única que dicen combatir. El Dorrego tiene la particularidad de darle voz a los pensadores excluidos por la historiografía oficial. No es pluralista, ni pretende serlo. Tampoco es pluralista el Instituto Nacional Yrigoyeniano o el Rosas; tampoco lo és el museo Sarmiento, ni el Sanmartiniano, ni el Mitre, ni el Belgraniano. Los investigadores que trabajan en ellos tienen las miradas parciales o partidarias de sus inspiradores. ¿No se le ocurriá a Mauricio Macri cerrar el Mitre o el Sarmiento que también son "una mirada"?
El Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego viene a dar luz a de las visiones de nuestra historia que se mantenía oculta. La mirada de los pensadores Arturo Jauretche, José María Rosa, Jorge Abelardo Ramos, Raúl Scalabrini Ortiz, Fermín Chavez, Juan José Hernández Arregui, Jorge Eneas Spilimbergo, Alberto Methol Ferré, Manuel Ugarte, entre otros.
Los miembros del Dorrego nunca nos planteamos una mirada plural, de la misma manera que los investigarores del museo Mitre tampoco. Sería soberbio pensar que el pensamiento de uno, es el de todos. El cierre del Instituto Dorrego en nombre del pluralismo es una disparate. Es como si se cerrara el Instituto que lleva el nombre de Hipólito Yrigoyen porque no es plural. La pluralidad del Estado se determina respetando todas las voces y miradas. El pluralismo se encuentra en la diversidad de institutos!
En un momento creí que volvía el diálogo que anunciaba Pablo Avelluto. Pero por ahora en el ministerio de cultura asumieron con la misma metodología de La Cámpora. No hay diálogo. Lo único que se a respetado en el Ministerio de Cultura de la Nación es a los "comisarios políticos" anteriores, ahora al servicio del poder de turno. Los obsecuentes, siempre lo serán.
Las crisis internas del Dorrego son muestra de su vitalidad. No es letra muerta como el mitrismo porteño en el que se inspiran algunos funcionarios de la actual gestión. Nuevamente los "malditos" de la historia revisionista son prescriptos por el Estado. El Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego continuará de todas formas, sin presupuesto, ni empleados. No se cierra por decreto el pensamiento. Seguiremos en otro local y con los investigadores que quieran seguir trabajando para la difusión del pensamiento nacional, federal y latinoamericano.
Por mi parte me encontraba en uso de licencia a la presidencia del Instituto, al tiempo que éste se encontraba intervenido por disposición del ex Jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Como vemos la idea de "intervenir" o "cerrar" ideas es de la misma matriz autoritaria. Ahora sin presiones de este gobierno o del anterior, retomo la titularidad del Instituto Dorrego para dejar como siempre que fluyan las ideas nacionales que pretenden silenciarse.
* Presidente del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego