Rodolfo Terragno, Alfonso Prat Gay y Pino Solanas afrontaron el difícil desafío de debatir entre aliados y frente a una cámara de televisión, a menos de 20 días de las PASO, donde intentarán ganar su lugar en las elecciones de octubre para ingresar a la Cámara alta.
Pino llegó con una de sus cábalas para ir a todos los debates: su clásica polera roja. Desde su hijo -que le pidió "calma" en distintos momentos de la emisión-, hasta sus compañeros de lista Elisa Carrió, Fernando Sánchez (diputados) y Fernanda Reyes (senadores), entre otros, le hicieron de hinchada al precandidato por la Coalición Sur.
En el momento más álgido del debate, cuando el cineasta les espetó a sus interlocutores que "no envidio los gobiernos en los que ustedes estuvieron", Carrió aplaudió acaloradamente. A dos butacas de la diputada estaban las caras largas de Victoria Donda y Ricardo Gil Lavedra, candidatos de Juntos.
Lilita fue las más acérrima defensora de Solanas: lo aplaudió en distintos momentos y le respondía a los otros candidatos en voz baja, aunque las cámaras estén apuntando a otro lado.
Cuando Alfonso Prat Gay dijo que "la Asignación Universal por Hijo la inventamos nosotros", Carrió, sentada en la tribuna junto a Argumedo, derrochó risas irónicas: "Sí, ahora la inventó él".
Lilita se fue convencida de que hubo un ganador. "Creo que Pino demostró que tiene toda una historia cultural y política. La juventud viene con mucha soberbia y en ese sentido él se destacó porque demostró humildad", analizó la diputada antes de irse.
Más de una hora antes de comenzar el debate, llegó en moto el primer candidato a legislador porteño de la lista de Pino, Gustavo Vera. "Estamos contentos con el debate y la campaña, nosotros entramos segurísimo, los que no deben estar contentos son los otros legisladores porque voy a proponer que ganemos lo mismo que los docentes", bromeó el presidente de la Alameda.
El debate entre aliados arrancó frío. Todos respetaban sus turnos en el micrófono y hasta dejaban espacio para que comience a tiempo el otro candidato. Tal es así que al término del primer bloque la producción se acercó a los jefes de campaña para darle un color televisivo al debate: "Recuerdenles que pueden intercambiar diálogos y pisarse".
Rodolfo Terragno tiró la primera piedra. "Yo entiendo tu posición, Pino, pero de qué nos sirve denunciar y denunciar por corrupción si los delincuentes están caminando por la calle", dijo el precandidato por la lista Suma Más. Su comentario, con el que buscó promocionar su proyecto que pretende achicar los plazos en las causas por corrupción, terminó con encendidas respuestas de Prat Gay y Solanas.
Al apagarse las cámaras, Terragno aclaró que el debate no estuvo "frío" sino que "la confrontación inútil perjudica mucho a la política". Y explicó: "Aca hubo disidencias sanas, los debates deberían ser siempre así".
De jeans y camisas, fiel a su estilo, Martín Lousteau llegó con un look descontracturado y se mantuvo reservado. El economista, que fue elogiado en distintos momentos por Terragno, vivió el debate acompañado por el segundo candidato a diputado, Adrián Ramos.
Sin que nadie lo pusiera en duda, Alfonso Prat Gay insistió en distintos momentos que "esto no se termina en octubre, sino que recién empieza". El precandidato a senador por la lista Juntos, les insistió a sus interlocutores que "este frente es una alternativa real de gobierno".
Con esa intervención, Prat Gay se ganó los aplausos de su delegación, una de las más numerosas de la tribuna de A dos voces. "Estuvo muy bien, se lo vio sólido sobre todo en el cierre", dijo Victoria Donda, segunda candidata a diputada.
Donda, Gil Lavedra y Humberto Tumini le daban ánimo al precandidato a senador por Juntos, incluso cuando estaba al aire. Prat Gay salió airoso en su última intervención, en la que eligió despedirse con un chiste: "Yo les pido que me voten a mi, pero en octubre que voten al que gane de estos tres. No se van a arrepentir de votarme dos veces".