La presidenta Cristina Kirchner ingresó el viernes cerca de las 19 a la clínica Mater Dei de Palermo y se retiró casi a la medianoche, en medio de un profundo hermetismo de la Casa Rosada sobre el verdadero motivo de su visita al sanatorio vinculado a la Iglesia.
Según algunas versiones, la primera mandataria se acercó a la clínica para visitar a su hija, Florencia Kirchner –con extremo perfil bajo en los medios–, que se habría realizado algunos estudios ginecológicos.
Pero otras versiones apuntan a un estudio de rutina en el tobillo de la propia presidenta, en el marco de su recuperación del esguince que sufrió el mes pasado en la habitación del Hotel Eden, en Roma, antes de visitar al papa Francisco.
PERFIL logró registrar el viernes cerca de la medianoche el momento en que Cristina se retiraba del Mater Dei en el Audi que oficia de auto presidencial.
La jefa de Estado fue acompañada de varios de sus custodios, que mantuvieron alejados a fotógrafos y cámaras de TV, hasta que Cristina se retiró por el garage que usan las ambulancias para entrar y salir.
El operativo de seguridad estuvo liderado por Diego Carbone, el jefe de los custodios, que la acompaña a todos lados y, según algunas versiones, también cuenta con tanta confianza de la Presidenta que ha compartido cenas a solas con ella en las que charlan sobre temas de actualidad.
A pleno. Recién hace poco más de un mes Cristina volvió a ejercer la plenitud de la actividad dentro de Ejecutivo. Según el testimonio de algunos ministros, su jefa está “completamente recuperada”. Desde el 8 de octubre de 2013, cuando fue intervenida por un hematoma en la corteza cerebral, y luego de la licencia médica de más de un mes, la Presidenta debió volver paulatinamente a la gestión tratando de evitar focos de estrés para acompañar la recuperación.
Su propio equipo médico le había recomendado no ir a la Casa Rosada y trabajar desde la residencia de Olivos. Un ejemplo: no podía viajar en helicóptero.
Inicialmente llamaba varias veces por semana a sus principales funcionarios para seguir los temas de gestión, pero luego comenzó de a poco a tener reuniones presenciales. Recién a partir de marzo recuperó la intensidad en el trabajo previa a la intervención