Se la nota cansada. Su espalda sostiene una contractura que en estos días, sumado al resfrío, le jugaron una mala pasada. La gobernadora María Eugenia Vidal recibe a PERFIL en su despacho porteño en el Banco Provincia. Es la cara de la campaña y habla de lo que implican estas PASO.
—¿Cómo llega Cambiemos a las PASO? ¿Está conforme con lo que se hizo?
—Soy una persona que nunca se conforma, es difícil que en 18 meses teniendo que cambiar un gobierno de 25 años te sientas conforme. Es cierto que hicimos cosas impensables hace un año y medio como las peleas contra la corrupción policial, el sistema penitenciario, el narcotráfico, batallas impensables. Las obras que se piden hace más de cuarenta años. Es un gobierno que puede trabajar con todos los intendentes y con equidad. Desde ese lugar estamos en el camino correcto, pero estamos en el principio del camino porque también es cierto que las mejoras económicas no llegaron a toda la Provincia y eso es lo que más me pesa.
—Habla del reparto de fondos, pero se denunció que se entrega menos fondos por habitante en La Matanza que en Mar del Plata.
—La Matanza es el municipio que más fondos recibió para hacer obras en 2016. Fueron alrededor de $ 900 millones. Mar del Plata es el segundo distrito en población. Además, en La Matanza recursos no le faltan: tiene un plazo fijo en el Banco Provincia de más de $ 3 mil millones de antes que nosotros llegáramos.
—Si en agosto gana CFK, ¿usted es la responsable de esa eventual derrota?
—Primero, en las PASO no se define esta elección sino en octubre. En las PASO de 2015 yo no era gobernadora porque el PJ sumó 40 y yo 30. Y en la general crecimos 10 puntos. Las PASO son la mejor encuesta pero no es una elección definitiva. Vamos encaminados a ganar esta elección. Si bien los partidos no estamos ofreciendo internas, es una buena oportunidad para que la gente se exprese. Tengo una hija de 16 (Camila) a quien le estoy diciendo que vaya y ejerza su derecho. Y espero que vaya la mayor cantidad de gente posible. A ella la convencí de que vaya a votar, pero aún no de que nos vote a nosotros porque es bastante independiente (se ríe).
—Repregunto: ¿se siente responsable del resultado?
—Soy parte del equipo de Cambiemos, me siento tan responsable como el equipo en su conjunto. Y le pongo el cuerpo no porque esté especulando con ser la dueña de la elección si se gana. Como no especulé cuando vine a la Provincia y nadie me conocía. Como no estoy especulando hoy con cómo me afecta el resultado. Como sí especulan todas las alternativas de la Provincia que lo único que les interesa es la Presidencia. Y usan una vez más, como tantas otras en estos 25 años, para obtener otro cargo. Yo no estoy haciendo eso.
—¿Ganarán las PASO?
—Vamos a ganar la elección, las PASO son siempre una incógnita: hay que ver cuánta gente va a votar, hace muy poco que empezó la campaña. Lo veremos el domingo 13.
—¿Le sorprendió la escasa presencia de Cristina en la campaña?
—Sí, me sorprendió, igual me parece que es una estrategia. Cristina representa ese sistema que gobernó la Provincia y la constante subestimación del bonaerense. Pensar que no se da cuenta. Sabe quién va a verlo sin cámara y se preocupa, y quién aparece un mes antes haciendo actos.
—¿Qué le diría al votante de la ex presidenta?
—Respeto que piense distinto, no espero que todos estén de acuerdo con nuestras políticas. Le hablo más al que nos votó en 2015 y hoy tal vez lo está pasando mal e hizo un enorme esfuerzo por sobrellevar este año y medio. A ése le digo que le va a llegar.
—¿Qué se juega en esta elección?
—Se juega la posibilidad de estar acompañada, de tener más gente que da las peleas que estoy dando. Por el contrario, voy a estar más condicionada porque ese sistema al que le pisé los callos y que perdió negocios por este gobierno no se fue a su casa, está agazapado esperando. Condicionada para las reformas anticorrupción y de transparencia. El sistema no es sólo la política, aunque la política tiene nombre y apellido: el Partido Justicialista, y todos los que pasaron por ahí y gobernaron la Provincia 28 años.
Abandonó la gimnasia pero mantiene la dieta
—¿Está haciendo deporte?
—No, nada. Un desastre. La campaña terminó con el poco deporte que hacía.
—¿Y la cinta que le regaló Macri?
—No, la cinta está muerta de risa, al lado de mi cama. No tengo tiempo, duermo poco y cuando tengo que elegir entre media hora más de sueño o de cinta, duermo. Sí, estoy con una dieta para comer sano, me está funcionando re bien. Todos los indicadores de estrés en la campaña se disparan, por eso como mucho pescado, poca carne, muchas verduras y frutas, pocas harinas.
—¿Por qué todo el tiempo está con ponchos?
—Me encantan. A Cada pueblo que voy me regalan un poncho. Fui a Rojas y las mujeres me hicieron un poncho hermoso verde, y me lo puse con orgullo. Entonces me empezaron a regalar en cada pueblo. Y descubrí que, yo que soy friolenta, es un abrigo espectacular. Mi mamá me dijo: “Estoy cansada de verte de poncho”.