POLITICA
los 'coroneles' de la vice electa

Cristina empodera a Máximo y 'Wado' para imponer condiciones en la gestión

Decidió correrse, por ahora, de las discusiones diarias. Su hijo desde el Congreso y De Pedro en el gabinete se encargarán de negociar con los aliados del gobierno de Alberto.

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Trío. Esta semana, en plena sesión de diputados, “Wado” De Pedro y Máximo Kirchner hablaron con Sergio Massa. El próximo año, el tigrense actuará bajo la supervisión de los dos dirigentes que responden a la vicepresidenta electa. | Piemonte

"Ahora les queda cargarme el deporte del veto", dice Cristina Kirchner sobre su rol en el armado del gobierno de Alberto Fernández. La vicepresidenta electa está activa, pero relata de manera cronológica las concesiones que dio hasta ahora para demostrar que sigue dispuesta a ceder y tener un papel secundario frente al presidente electo y los aliados. Aunque en los últimos años se metió en el barro de la política para llegar a la unidad y recuperar antiguos socios, ahora vuelve a delegar el poder en los dos hombres de extrema confianza: su hijo Máximo Kirchner y Eduardo "Wado" De Pedro.

“Ya no saben cómo sostener la figura de Maléfica”, dicen en el Instituto Patria, reducto de los dirigentes de la ex presidenta. Recuerdan que se especuló con que no cedería la candidatura presidencial, que no acordaría con gobernadores, que coparía las listas para adueñarse del Congreso y que le intervendría el gobierno a Alberto con los cargos más importantes. “Ahora Maléfica tiene el poder de veto. Van a esperar a ver qué dirigente no integra el gabinete para culpar a Cristina”, relatan cerca de la ex presidenta. Por el contrario, aseguran que está retirada de esas discusiones.

En el ultrakirchnerismo admiten que la compañera de fórmula es la principal consejera de Fernández y remarcan que fue la armadora de la alianza que llevó al triunfo al peronismo, pero sostienen que el “traspaso del mando” a sus dos “coroneles” (tal como los llaman en el peronismo) tiene que ver con una ex presidenta moderada y alejada de las peleas diarias. “Wado siempre fue el más dialoguista de La Cámpora y Máximo aprendió a escuchar en los últimos años. Si ellos son la voz de Cristina, es porque pretende un gobierno más horizontal”, dice un dirigente que la acompañó en la gestión.

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Máximo. Son pocos los que tienen diálogo directo con la ex presidenta. “Máximo ocupate”, suele decirle Cristina cuando dirigentes le escriben para que interceda en una interna local o pelea por lugares y proyectos en el Congreso. Desde hace algunos años, el diputado y líder de La Cámpora se convirtió en un referente de la política bonaerense y mantiene diálogo constante con sus intendentes. Pero ahora, el diputado estrenará un nuevo rol en el Congreso que lo hará traspasar el alambrado de la provincia de Buenos Aires para atender también las disputas y pactos en el Congreso.

"Máximo ocupate", suele decirle Cristina cuando le piden que interceda por internas y lugares

"Máximo es el jefe", le dijo Jorge Ferraresi, uno de los intendentes más cercanos al kirchnerismo, a un legislador del Interior sobre la posición de quién liderará el bloque de diputados del Frente de Todos. Y agregó: “Cada vez que Cristina debe tomar una decisión, al último que escucha para terminar de decidir es a Máximo”.

Pero para la discusión en el Senado, le pidió al presidente electo que interceda. “Cristina es una persona enigmática y los que están con Cristina no dicen nada”, le dijo el senador Carlos Caserio a Fernández cuando lo convocó para indicarle el deseo de Cristina de unificar los bloques. El jefe del Bloque Justicialista no tiene diálogo con la futura vicepresidenta y fue el presidente electo quien le transmitió que debía haber una sola bancada. "¿No están hablando?", le preguntó Alberto. “En el Senado no sabemos nada, nadie habla nada. Si querían un bloque único primero lo tienen que decir e informárselo a todos”, respondió el senador por Córdoba que se sumó al Frente de Todos cuando Fernández fue elegido candidato.

Después de acordar la unificación de bloques, Fernández le dijo: “Tenés un lugar al lado mío en el Ejecutivo. Tengo un ministerio guardado para vos”. Caserio prometió responderle después de hablar con su familia, que está en Córdoba. Su mujer se jubiló y preferiría que no acepte una cartera caliente como la de Transporte, pero su hija, dedicada a la política, es quien terminaría de convencerlo para que se convierta en ministro. Además de definir su futuro, el legislador y ex aliado del gobernador Juan Schiaretti se comprometió a juntar a los senadores en los próximos días para acordar la unificación pedida por la futura vicepresidenta. El Frente Cívico de Santiago del Estero y el Frente Renovador de Misiones son los que se muestran más duros. Caserio llevará el pedido de Fernández que no hizo más que replicar lo que le dijo Cristina en el encuentro en el que también participaron Máximo y De Pedro.

Wado. Aunque es el coronel de Cristina, Fernández asegura que el cargo en el Ministerio del Interior se lo ganó sin la intervención de la ex presidenta. De Pedro se mostró abierto y dispuesto a escuchar y atender los reclamos de los gobernadores que ponían condiciones para sellar la alianza. La ex presidenta delegó en él el vínculo con las provincias, aunque mantiene el Whatsapp abierto con jefes provinciales como Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gildo Insfrán (Formosa) y el electo Axel Kicillof (Buenos Aires).

Aunque también habla con Cristina, Sergio Massa sabe que es con Máximo y De Pedro con quién debe hablar. Aunque será el presidente de la Cámara, el tigrense no tendrá autonomía plena y serán ellos con quienes deberá acordar los proyectos.

Otro hombre de extrema confianza de la vicepresidenta electa como lo es Carlos Zannini podría volver a la escena pública. En el entorno del futuro presidente no dan pistas sobre la posibilidad de que se convierta en Procurador del Tesoro, pero rescatan la lealtad del ex secretario de Legal y Técnica. “Si le llega a ofrecer un cargo no es por pedido de Cristina”, apenas deslizan. El ex funcionario trabajó en la campaña de Alberto, sobre todo en la fiscalización de los comicios.

Entre otros de los leales es Oscar Parrilli, senador electo por Neuquén. En medio de la discusión por los cargos, se especuló con que ocupe la presidencia provisional del Senado. “Oscar ya es la voz de Cristina sin necesidad de ocupar un cargo más que el de senador”, dicen cerca de la ex presidenta. Cristina confía que, a través de ellos, continuará su legado.