Dos horas después del cachetazo de la diputada Graciela Camaño a su par Carlos Kunkel, Cristina Kirchner salió al cruce de esa agresión, pero con una postura que escapa a su estilo confrontativo. "Aún a los que no nos respetan hay que respetarlos", sugirió, parafraseando a su fallecido esposo, quien insistía en que "hay que ponerle la mejilla a los golpes" de sus enemigos.
"Hay que respetar a los que nos insultan, a los que nos agravian, incluso a los que nos pegan. Porque es un signo de grandeza moral", señaló la Presidenta, en el acto de inauguración de la Universidad "Arturo Jauretche" en Florencio Varela, después de visitar a la nena que fue rescatada anoche tras caer en un pozo de riego.
También Kunkel estaba presente en el escenario armado para el acto en Florencio Varela, sentado detrás de la Presidenta, y sonrió cuando ella hizo mención al cachetazo que había recibido momentos antes en el Congreso.
La Presidenta reclamó "respeto" a la oposición "aún para aquellos que nos pegan", al aludir a la trompada que la diputada opositora Graciela Camaño le pegó al legislador kirchnerista Carlos Kunkel. En medio de cánticos por parte de los asistentes a un acto en Florencio Varela, "Para Cristina, la reelección", la mandataria remarcó que "necesitamos de una oposición que también tiene responsabilidades de gobierno pero que además déjennos seguir adelante con estas políticas que han permitido desendeudarnos como nunca".
"Les pido que nos dejen seguir adelante porque ellos han tenido oportunidad de ejercer el poder en la Argentina" y subrayó que "ser democrático es respetar el funcionamiento del sistema en su totalidad". Aseguró por otra parte que está "bien" y que "cada día tengo que poder más" por Néstor Kirchner, "por mis hijos y por ustedes", al encabezar un acto en el partido bonaerense de Florencio Varela.
Al inaugurar la Universidad Nacional 'Arturo Jauretche' de Florencio Varela, la Presidenta recordó a su esposo y señaló: "Estoy bien, voy a poder. Cada día tengo que poder mas por él, por mis hijos y por todos ustedes, por mas de 40 millones de argentinos que dependen no solo de la presidenta".
La mandataria puntualizó que Kirchner "está vivo en la memoria de un pueblo que aprendió de él a no resignarse, y de pasar de la resistencia a la construcción" porque "fue un presidente militante". Al referirse a la oposición utilizó los planteos jauretcheanos, al señalar: "Hemos demostrado al mundo y fundamentalmente a nosotros mismos que hemos empezado a construir este país en medio de muchas zonceras juntas".
Al replicar los cánticos del público contra la oposición, la Presidenta señaló: "Que no se vayan a ningún lado, un sistema democrático, cuando es democrático en serio, está integrado por un gobierno que llegó por la voluntad popular y que tiene el derecho de proponer sus política sobre todo cuando esas políticas han sido las correctas". "Una oposición también tiene responsabilidad de gobierno, un gobierno es todos los estamentos del Estado. Pero además, déjenlos que se queden todos, que no se vaya nadie, pero que nos dejen seguir adelante con estas políticas", reclamó Cristina Fernández.
Acotó que "hay que respetar a todos aún a quienes no nos respetan, porque eso es signo de grandeza moral y comprensión democrática" y enfatizó: "Aún a aquellos que nos insultan o nos pegan". Recordó que sectores de la oposición "han tenido la oportunidad de ser gobierno en la Argentina y no nos fue bien con esa política", en alusión al gobierno radical de Fernando de la Rúa que gobernó entre 1999 y 2001. "Las victorias nunca se construyen sobre la derrota del pueblo y de la Nación, sino con proyectos superadores y mejores. Nosotros con mucha humildad y respeto le pedimos no que nos ayuden a nosotros, sino a los argentinos para que sigamos teniendo estas políticas que se reconocen en el mundo entero", subrayó la Presidenta.