La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó el acto en conmemoración del Día de la Reafirmación de los Derechos Soberanos sobre las Islas Malvinas desde el Museo de Malvinas, que funciona en el predio de la ex Esma.
“En primer lugar quiero dirigirme a quienes hoy estamos rindiendo un justo homenaje, veteranos de Malvinas, que han recibido pertenencias personales capturadas por el ejercito inglés, donde transcribían la experiencia cotidiana de la guerra”, inició su discurso Cristina para luego anunciar la inauguración del Faro de la Soberanía contra el Colonialismo. Obviamente, tras ello, el acto en homenaje a la reafirmación de los derechos soberanos argentinos sobre las islas del Atlántico Sur, derivó en críticas a los fondos buitres y a la oposición política argentina.
Por ello, apuntó a la “defensa de la independencia económica” y recordó que el “16 de junio se cumplirá un año de aquella sentencia que condenaba a la Argentina al pago usurario de papeles de deuda externa en posiciones de los fondos buitres que fueron adquiridos por muy pocos dólares”. A continuación, recordó “la palabra de algunos argentinos, incluso algunos candidatos, que hay que pagar de manera inmediata”. De ese modo, criticó a los opositores al sostener que “voces con mucho micrófono nos decían que son 1.600 millones que se pagan en contado y nos sacamos el problema”.
“Vamos a sostener una y mil veces que estamos dispuestos a pagar al 100% de nuestros acreedores en condiciones legales, legítimas y equitativas para todos”, agregó, para luego señalar a Europa: “El problema del desendeudamiento, que lo he visto en Grecia, en las calles de Roma, donde por primera vez veo italianos manifestando con banderas que quieren trabajo... Digo entonces, cuál es la responsabilidad de los dirigentes políticos. Este tema de la deuda no es sólo una cuestión económica o financiera, es una cuestión para seguir aplicando políticas neoliberales, porque todo tiene que ver con todo”.
“Aquellos que pretenden subordinar a la Argentina, quiero decirles que hay una sociedad que ha aprendido, y que la fortaleza de su gente y dirigentes nos permite seguir creciendo”, sostuvo Cristina, quien afirmó que “sería fácil encaramarme como heroína, pero no tengo vocación de heroína, tengo vocación de patriota”.
Nuevamente, afirmó que es la Presidente que sufrió “los ataques más duros que haya recibido cualquier presidente” y que “es el pueblo argentino el que no quiere volver a tomar sopa” porque “ya tomamos demasiada”.“La sopa nos gusta, pero cuando la prepara la mama, la abuela y en invierno”, afirmó.
La mandataria volvió esta mañana al país luego de su visita a Italia donde el domingo pasado, Cristina se reunió con el papa Francisco en El Vaticano, y el lunes recibió una mención de la FAO por la lucha encarada por el gobierno argentino contra el hambre.
