Minutos después de anunciar nuevas medidas sanitarias desde la Casa Rosada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a asomarse por los balcones del Patio de las Palmeras, donde la militancia desplegaba banderas y cantitos por la Casa de Gobierno. "Queda mal, porque la presidenta es de todos, pero hoy me siento muy peronista con esto de los niños y los jubilados", lanzó.
La mandataria le agradeció a los militantes que asistieron al acto por el 25 de Mayo. "Quiero recordarles que algunos decían que los reuníamos a ustedes acá porque no podíamos llenar la Plaza, ¿se acuerdan?", dijo. Y remató: "Creo que quedó claro que en los actos militantes llenamos la Plaza, por eso algunos se pusieron tan nerviosos".
"Ellos no pueden entender por qué tantos jóvenes como ustedes pueden estar en una plaza haciendo pogo con consignas", continuó, antes de elogiar al ministro de Economía: "Como tampoco pueden entender cómo Axel (Kicillof) pudo cerrar una negociación con el Club de París".
En esa línea, Cristina sostuvo que "han querido demonizar a los jóvenes, o porque no saben, o porque son inexpertos, o porque tienen ideas extremas. Pero mirá, hay una sóla forma de entender a la patria: amarla y defenderla, con la propia vida, si es necesario". La jefa de Estado hizo mención a su marido, el expresidente Néstor Kirchner. "Así como él pudo cuidarla, con su grupo de jóvenes. No sé qué tienen con los jóvenes, a mí me encantan", lanzó.
Límites. A la vez que se excusó por hablar apurada, para no interferir con la televisación del partido de la Selección argentina y la de Trinidad y Tobago, la mandataria puso algunos puntos a la oposición. "Hay algunas cosas que son innegociables", afirmó. "Porque todo se puede discutir y criticar, obvio, pero entregarle la patria a los buitres, entregarle la patria a quienes la quieren destrozar, eso no, eso es innegociable", gritó la mandataria, para ganarse la ovación de la militancia. "En mi barrio, a los que hacen eso sólo tienen un nombre, pero no lo voy a decir. No tengan dudas que se lo va a dar la Historia a aquel que en estos momentos y en esta situación no tome una clara definición a favor de la patria", enfatizó.
Minutos después de elogiar las condiciones "inmejorables" del acuerdo con el Club de París, Cristina se despidió de los militantes: "Ahora ya arranca la selección nacional, se tienen que ir a ver el partido". A ellos, les recordó: "Todos ustedes pueden tener el orgullo de pertenecer a un colectivo político social y cultural que no paga la deuda con el hambre del pueblo, al contrario, para con la inclusión social de los argentinos". Pero no fue la última aparición de la militancia.
CFK bis. Cinco minutos después, la mandataria reapareció por los balcones que dan al Salón Malvinas Argentinas y volvió a sonreírle a los jóvenes que la esperaban en ese espacio. "Ustedes me cambian la cara, me hacen feliz", les dijo. Allí repasó logros de su gobierno: "Nos ocupamos de los más chiquitos, con las vacunas, porque nos ocupamos de los adolescentes que no tienen cobertura, todo esto que anunciamos se ve complementado con la Asignación Universal por Hijo".
"Voy a decir algo, sé que no está bien porque la presidenta es de todos, pero me siento muy peronista con esto de los niños y los jubilados", lanzó, para despertar a los jóvenes de la Juventud Peronista, La Cámpora, la Tupac Amarú y la JP Evita.
Por último, la mandataria les pidió a los jóvenes "cuidar el proyecto" a través de la "humildad de la construcción colectiva y no desde la soberbia de quién lo sabe todo". En ese marco, les pidió: "No me aflojen, por favor, porque si ustedes no aflojan, no aflojo yo". "Los quiero mucho, de corazón, de verdad", se despidió.