Tras verse impedido de hacerlo a expensas del campo, el Gobierno parece querer "mejorar la redistribución del ingreso" castigando a la clase media. Y es que ésa fue la justificación que dio hoy el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, al recorte de subsidios por el que las facturas del servicio residencial de electricidad registrarán este mes un incremento de hasta el 30 por ciento.
Los aumentos, con efecto a partir del 1 de julio, fueron anunciados por el propio De Vido, quien destacó que la medida comprende "solamente" a un "24 por ciento" de los consumos domiciliarios en las zonas de Edenor, Edesur y Edelap, es decir a "1.020.000 clientes", y que en promedio el incremento representa un "21 por ciento" respecto de la tarifa previa, vigente desde 2001.
De Vido precisó que en el orden residencial los incrementos serán de entre el 10 y el 30 por ciento de acuerdo con el nivel de consumo, siempre que se superen los 650 kilovatios hora por bimestre. Para las industrias y los comercios, en tanto, habrá aumentos en el orden del 10 por ciento respecto de lo que venían pagando.
Según el ministro de Planificación Federal, de esta manera el Estado ahorrará unos 300 millones de pesos que se destinaban a subsidiar el consumo, y que, a falta de los ingresos que el Gobierno pensaba recaudar mediante la aplicación de las retenciones móviles al agro, permitirán "mejorar" la tan mentada "redistribución del ingreso".
De Vido subrayó que "quienes consuman menos de 650 kilovatios por bimestre, es decir que un 76 por ciento de los hogares, unos 3.295.000 clientes, no tendrán ningún tipo de aumento", con lo que queda en claro que la resolución gubernamental de eliminar los subsidios en cuestión apunta directamente al bolsillo de la clase media.
El ministro sostuvo además que se eliminarán, tanto para las tarifas eléctricas como para las de gas por redes, los premios a los consumos inferiores a los 1.000 kilovatios por bimestre y 1.000 metros cúbicos por año, respectivamente, aunque aclaró que se mantendrán los castigos por aumento de consumo.
Además de "mejorar la redistribución del ingreso", la medida en cuestión tiene como objetivo según De Vido "un uso más racional de la energía eléctrica" que el que realizan actualmente los 5.030.677 clientes de Edenor, Edesur y Edelap, de los que 4.315.000 son domiciliarios.
De acuerdo con lo indicado, las tarifas subirán un 10 por ciento para los que consuman entre 651 y 800 kilovatios por bimestre; un 15 por ciento para los que estén en la franja de entre 801 y 900; un 20 por ciento para los que usen entre 901 y 1.000; un 25 por ciento para los consumos de entre 1.001 y 1.200, y un 30 por ciento para los que consuman más de 1.201 kilovatios por bimestre.
El funcionario puntualizó que el producido de los aumentos que se aplicará "íntegramente a un plan de inversión" que prevé destinar más de "6.000 millones de pesos para los próximos 10 años" en obras energéticas. Entre ellas, destacó el tendido de 2.800 kilómetros de redes de alta, media y baja tensión y la instalación de 195 mil nuevos medidores eléctricos.
Con el aumento que se aplicará a partir del 1 de julio para los usuarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires que consuman los 650 kilovatios por bimestre, la tarifa será de 59 pesos, según la información suministrada por el Ministerio, mientras que en Mendoza es de 110 pesos, la de La Pampa 142, la de Córdoba 159 y la de Santa Fe 174 pesos.
De Vido también comparó el costo de la tarifa eléctrica local con la ciudades importantes de algunos países limítrofes y comentó que en Asunción cuesta 176 pesos, en Montevideo 343 pesos, en Santiago de Chile 490 pesos y en Río de Janeiro 560 pesos.
Por otra parte, el funcionario comentó que hasta la fecha "se entregaron 2,5 millones de lámparas de bajo consumo en todo el territorio nacional, que permitieron una reducción de la demanda en aproximadamente 120 megavatios".
Fuente: DyN.