El fiscal Federico Delgado opinó acerca de la decisión del juez Claudio Bonadio, quien el jueves denunció que tanto él como el titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, Sergio Rodríguez, violaron sus deberes como funcionarios públicos porque no hicieron declarar al arrepentido de Lava Jato, Leonardo Meirelles, bajo juramento de decir la verdad.
"Desde el punto de vista técnico me parece que es un helado caliente", consideró Delgado en declaraciones a PERFIL. "¿Vos viste alguna vez un helado caliente? Yo tampoco. No tiene ni pies ni cabeza", comparó. Molesto por el revés que implicó la decisión del juez de desvincular al titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, de una acusación que se desprende de la megacausa Odebrecht, y la denuncia contra el fiscal y su par, Rodríguez, Delgado aseveró: "Por experiencia propia, sé que Bonadio usa las causas para ejercer venganzas personales". "Está mal que lo haga un juez, pero el tipo es juez y lo hace", acusó.
Las palabras de Delgado van en línea con lo que declaró ante los medios este jueves pero también a lo que dejó entrever en su círculo íntimo. “Si cada vez que un fiscal toma declaración que a un juez no le gusta y recibe una denuncia, la verdad, que estamos jodidos”, precisó Delgado a su entorno, dichos que fueron publicados en Diario Popular.
El jueves, Bonadio solicitó a Brasil la detención y extradición del intermediario confeso en casos de corrupción de la constructora Odebrecht, Leonardo Meirelles, por falso testimonio, tras desestimar pago de sobornos al actual jefe de la inteligencia argentina, Gustavo Arribas. El juez aceptó el pedido de los abogados del titular de la AFI, por el hecho de que ni Delgado ni Rodríguez hicieron declarar a Meirelles, bajo juramento de decir la verdad.
“No había prestado juramento de ley en su declaración toda vez que Federico Delgado -al igual que su par Sergio Rodríguez- así lo permitieron”, precisó el juez en su resolución.
Ante esto, ahora la presentación contra los fiscales Delgado y Rodríguez será sorteada en Cámara Federal y luego se le dará intervención a un juez para realizar una investigación, mientras que además se remitirán las actuaciones a la Procuración General de la Nación, “para que se determine si existió alguna inconducta pasible de reproche en sede administrativa”.
El caso. En 2017, trascendió que el titular de la AFI, y amigo del presidente Macri, cobró en 2013 después de que se reactivara un contrato para el gigante brasileño Odebrecht, una serie de pagos realizados por Meirelles, condenado por el caso de corrupción Lava Jato y posteriormente arrepentido y colaborador de las autoridades brasileñas.
La Justicia argentina comenzó a investigar los hechos y en mayo del año pasado Meirelles declaró desde Brasil haber transferido desde sus empresas en Hong Kong 850.000 dólares a una cuenta de Arribas, quien según las acusaciones tenía una estrecha relación con altos cargos de Buenos Aires, donde se dio el contrato a Odebrecht para el soterramiento del tren Sarmiento.
Arribas denunció a Meirelles y solo reconoció el pago de unos 70.500 dólares procedente de Hong Kong, que se correspondía a la venta de un inmueble en San Pablo.
Bonadio, tras solicitar a las autoridades de Suiza y Argentina los movimientos de las cuentas de Arribas (Meirelles primero dijo que los pagos habían sido hacia el país europeo y luego cambió esa versión por la nación sudamericana), consideró que ninguno de los sobornos fueron acreditados. Por ello, emitió una orden de captura nacional e internacional contra Meirelles y pidió a Brasil su extradición aunque el vecino país tiene como política la no extradición de sus nacionales.
En ese marco citó a declarar por posible violación de deberes de funcionario público a los fiscales Federico Delgado y Sergio Rodríguez, que tomaron testimonio por videoconferencia a Mireilles, por no haberle impuesto a este el juramento de decir la verdad, según un auto difundido por fuentes judiciales. No obstante, Delgado, reaccionó asegurando que la medida era “vergonzosa” y que el juez tiene un “problema personal” con él.
