Diputados nacionales de Juntos por el Cambio presentaron un proyecto para derogar la Ley de Alquileres, luego de que se conocieran informes que dan cuenta del aumento del precio de los alquileres desde que el Congreso sancionó la ley 27.551, en junio pasado. Los legisladores propusieron derogar en su totalidad la norma y además modificar varios artículos del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación en lo que hace a los desalojos.
El proyecto promueve que la acción de desalojo se lleve a cabo por juicio sumarísimo, así como que el juez ordene la inmediata entrega del inmueble. La iniciativa contra la Ley de Alquileres fue impulsada por el diputado bonaerense Alberto Asseff (Pro) y acompañada por Pablo Torello, Jorge Enriquez y Virginia Cornejo, del mismo partido; los radicales Gonzalo Del Cerro, Lidia Ascárate y Aída Ayala; y Alicia Terada, de la Coalición Cívica.
"Hoy en día un proceso judicial por desalojo es complejo, engorroso y repleto de problemas, de forma que provocan un desgaste innecesario al propietario del inmueble y eso desalienta las inversiones y el alquiler", declaró Assef. En ese sentido, el diputado solicitó "un sistema de desalojo más ágil, concreto y sencillo para otorgar mayor seguridad jurídica sobre las propiedades".
Según un reporte de Zonaprop, los precios de los alquileres aumentaron un 62% en 2020 en la Ciudad de Buenos Aires para los inquilinos, lo que representa la mayor suba desde 2012. Los especialistas relacionaron este fenómeno con una "reacción del mercado" ante la nueva ley, la cual extiende el plazo del contrato de dos a tres años y fija una nueva fórmula de actualización basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la variación salarial (RIPTE).
Con respecto a este informe, en diciembre del año pasado, alquilar un departamento de dos ambientes en la Ciudad de Buenos Aires costaba 30.683 pesos mensuales. En tanto, los precios de los alquileres están congelados desde marzo, dado que, en ese momento, el Poder Ejecutivo dictó un decreto en ese sentido, el cual ahora volvería a ser prorrogado, ya que vence el 31 de enero.
Por su parte, el Gobierno también había dispuesto, en ese entonces, la suspensión de los desalojos por falta de pago y el congelamiento de las cuotas de los créditos hipotecarios UVA.
Más de la mitad de los ingresos de un hogar se destinan al pago del alquiler
Internas en la oposición
Dentro de Juntos por el Cambio hay una división en el asunto dado que, mientras hay quienes creen que la norma no fue bien implementada, otros piensan que fue un error haberla votado. La norma fue acompañada por gran parte del bloque del partido opositor, de hecho, uno de los autores del proyecto, Daniel Lipovetzky, diputado provincial bonaerense, aún defiende la iniciativa, aunque sostuvo que, debido a la pandemia, se deformó el "espíritu de la ley".
En efecto, Lipovetzky aseguró que la política económica del Gobierno y el congelamiento de los alquileres, junto con la suspensión de los desalojos impuesta por DNU de Alberto Fernández, generaron un contexto ideal para que la ley fracasara.
En el lado contrario se encuentra el diputado nacional Waldo Wolff, quien expresó a través de su cuenta de Twitter que no votó la ley porque "fue un horror". Al igual que Wolff, Fernando Iglesias había opinado algo similar algunos meses atrás.
Yo no la vote. Fue un horror. Saludos
— Waldo Wolff (@WolffWaldo) January 13, 2021
La palabra del sector inmobiliario
Desde la Cámara Argentina Inmobiliaria, el ex vicepresidente Federico López Castromil, quien a su vez es el titular de López Castromil Propiedades, indicó que la norma fue creada para el beneficio de inquilinos y propietarios de la misma manera.
"Cuando se hacen regulaciones excesivas y se mete demasiado el Estado en relación a los particulares empieza el susto. A eso se suma un cóctel: un decreto sobre desalojos, pasar de 2 años a 3 el mínimo de permanencia en un momento de incertidumbre, y tener un solo índice para medir los alquileres y que sea anual, sin saber si va a haber hiperinflación o si van a tocar los números como con el Indec", expresó.
Además, explicó que "es el momento de menor rentabilidad de alquileres de la historia" y que, por lo tanto, el resultado es "es la falta de alquileres temporarios o con destino habitacional. Hoy la mayoría se inclina por la venta". Por último, sostuvo que "seguir congelando los alquileres y extendiendo los contratos cuando hay muchos que llevan casi dos años con el mismo valor, genera un gran retrasado".
CFT/FF