Un pelotón de inspectores de la FAA (Federal Aviation Administration), un organismo del gobierno de los Estados Unidos dedicado a la fiscalización de la actividad aerocomercial, llegará a fin de mes para evaluar la seguridad operacional de los aeropuertos en la Argentina y podría adoptar una medida negativa.
De hecho, el antecedente más reciente lo es: el pasado 15 de febrero, la Embajada de Estados Unidos envió a la Cancillería una carta de tres párrafos amenazando a la Argentina con bajarle la categoría a sus aeropuertos de uno a dos porque dice “contar con información que nos preocupa”, respecto al traspaso de los comandos regionales a la aviación civil.
La última inspección de este tipo se realizó hace dos años y el país estuvo al borde de perder la actual categoría debido a una serie de fallas detectadas, por lo que fue observado y conminado a corregirlas.
La Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés International Civil Aviation Organization), una agencia de las Naciones Unidas creada para estudiar los problemas de la aviación civil internacional, había ordenado que en todos los países la administración pasara de manos militares a civiles.
La Argentina cumplió con eso. Pero la carta, que en términos diplomáticos fue definida por fuentes del Gobierno como “políticamente incorrecta”, advierte sobre el posible resultado de una auditoría que todavía no se realizó.
“Es una amenaza estrictamente política. Y es consecuencia del accionar del canciller Héctor Timerman con el asunto del avión de Estados Unidos”, explicó la misma fuente.