“Cuando era chiquito, yo la veía llorar a mi madre y le preguntaba ‘¿por qué llora, viejita?’. ‘Porque no tenemos qué comer’, me contestaba”. Jorge Bergoglio miró al sindicalista Gerónimo Venegas. “Yo rezo por tu madre, vos rezá por mí”.
El Papa reza por las madres de los sindicalistas. Se lo dijo a más de uno y tenía un mensaje para los popes cegetistas. “Ustedes tienen que cumplir todo lo que ellas no pudieron hacer”. En el peronómetro, el papa Francisco está entre los primeros del ranking.
Un peronista recordó en diálogo con PERFIL los inicios “militantes” del Papa en la escuela técnica, la “escuela de los obreros, de base peronista e iniciativa de Perón”.
Bergoglio tuvo palabras de homenaje para Eva Perón y ofició, a pedido de los gremios de la CGT, y durante años, misas por el aniversario de la muerte de la Abanderada de los Humildes en la Catedral Metropolitana, epicentro del crudo enfrentamiento entre Juan Domingo Perón y la Iglesia Católica.
Evitista. “Bergoglio reconocía la actitud de Evita y es peronista”, destacó uno de los sindicalistas con mejores relaciones con la curia. “La admiraba”, agregó. En la Villa 31, dio misa con la marcha peronista de fondo. Corría el año 2000, y los vecinos traían los restos del padre Carlos Mujica desde Recoleta para que descansen en el barrio. Jorge Bergoglio y los curas villeros los acompañaba a través de la avenida Del Libertador.
“Más allá de matices y diferencias, Bergoglio es un papa peronista”, dijo el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto. Con más de un peronista habló de la doctrina de Juan Perón, empanadas de por medio. “El resalta la doctrina peronista, la lucha por los hunildes y por los trabajadores que gestó Perón”, continuó un miembro de la CGT oficial.
Bergoglio acudió a sus allegados peronistas para intentar frenar la sanción de la ley de matrimonio igualitario. Para ello, tuvo como emisario a uno de sus hombres de mayor confianza, Carlos Acaputo, quien visitó en nombre del entonces cardenal a legisladores para pedirles que voten en contra del proyecto.
El dirigente Julio Bárbaro asegura conocer al Papa de sus años de militancia en la agrupación Guardia de Hierro. Un hombre del peronismo, en las antípodas de Bárbaro –que pertenece al peronismo anti-K– recordó a este diario: “Guardia era un grupo de peronismo joven y moderado, diría de centro, que quería capitalizar la lucha del peronismo sin lucha armada, no era de derecha”.
En los últimos meses, siguió manteniendo regiones con referentes sindicales y políticos, con alto condimento peronista. Recibió a Hugo Moyano, pero también mantuvo contactos con miembros de la CGT oficial, que encabeza Antonio Caló. Habló con ellos de “su preocupación por los pobres y los trabajadores”, contaron a PERFIL en ambos bandos sindicales.
Entre los gestos más llamativos, el Papa nombró a un capellán para el gremio de los taxistas, que encabeza Omar Viviani –de excelentes relaciones con Leonardo Sandri, número tres del Vaticano– y celebró varias misas por el día del taxista, que es, no casualmente, el 7 de mayo, aniversario del nacimiento de Evita.