Que las arcas bonaerenses atraviesan dificultades no es novedad. Y que la solución para esos dramas suelen ser traumáticos, tampoco. Un proyecto presentado por el gobernador Daniel Scioli en la Legislatura de la provincia propone la creación de un fondo compensatorio para auxiliar a los municipios con mayores demandas.
La propuesta incluye quitar el 1,5 por ciento del total de lo recaudado en el impuesto a los Ingresos Brutos que recientemente se incrementó para que parte de ese dinero desemboque en las cuentas en rojo que sacuden al conurbano. La discusión sobre la autonomía de las comunas parece captar todas las miradas: “Se trata de avanzar hacía un nuevo concepto de distribución”, sostiene el diputado provincial del oficialismo, Julián Domínguez, que ayer se reunió con Scioli para comentar el proyecto.
La Constitución les otorga a los municipios un carácter autónomo. Si ésta modificación llega a buen puerto se resentirían los márgenes de maniobra de cada municipio: “Nadie duda de la necesidad económica que tienen hoy las municipalidades, pero la llegada de fondos sólo será para aquellos que deroguen las tasas de abasto y publicidad interior; es decir para aquellos que resignen parte de su autonomía en la prestación de servicios y su correspondiente cobro de la tasa”, explicó a perfil.com Diego Rodrigo, vicepresidente de la Cámara de Senadores de la provincia.
Rodrigo, oriundo de Chacabuco, advirtió que la medida ya despertó incertidumbre en algunos intendentes de la provincia. Matías Civale, secretario de Economía de Tandil, dijo a perfil.com que “en principio se debe discutir qué significa la coparticipación federal” para luego tratar con precisiones los pormenores de la intención de Scioli. Para Civale, entre los impactos generados por la inflación y los crecientes pedidos de aumentos en su distrito, las definiciones se complican aún más: “La responsabilidad viene de años de un gobierno que maneja la provincia. Casualmente es el mismo partido”, aduce Civale sobre el apresuramiento que acompaña la aprobación de este proyecto.
Se trata, justamente, de la principal queja que se sostuvo por parte de líderes ruralistas e intendentes durante en conflicto con el campo: las ciudades del interior aportan altos tributos por la soja principalmente, que no les vuelve en obras. En este caso, irían a parar al clientelismo del conurbano y reforzar la máquina partidista.
Domínguez, en cambio, insiste en defender los límites de la propuesta: “ Nos parece absolutamente criterioso. Los del interior no tienen la densidad ni los problemas del conurbano y no necesitan asistencia de la provincia”. Y agrega: “Los indicadores de coparticipación se mantienen intactos. Acá hay una situación concreta y objetiva”, en alusión a las críticas opositoras.
Un preacuerdo de Scioli con los intendentes prevee que la ley se aplique desde septiembre de este año. Según estiman, la Legislatura debería aprobarla el 28 de este mes. Sea cuál fuere la determinación y más allá de los cruces entre oficialistas y opositores, la disputa sobre autonomías distritales traerá cola.