La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner quiere que la tradicional Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se mude el año próximo del predio ferial de Palermo a Tecnópolis, la megamuestra kirchenerista ubicada en Villa Martelli, en el Gran Buenos Aires.
La jugada de Cristina parece obvia: por un lado, arrebar uno de los eventos culturales más relevantes a la Capital, un distrito que le es esquivo, y al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que suele inaugurarla; por el otro, intervenir en la agenda y el tono de la Feria.
El kirchnerismo se enojó mucho en 2010, cuando la Feria fue inaugurada por el flamante Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, un crítico habitual del Gobierno; tanto que algunos intelectuales oficialistas quisieron censurar la exposición del prestigioso escritor peruano.
"La Presidenta quiere concentrar en Tecnópolis las diferentes manifestaciones del arte y la cultura", dijo el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el viernes pasado a una delegación de la Fundación El Libro, que todos los años organiza la Feria.
"Pero, la organización ya está muy avanzada; ya estamos distribuyendo los lugares para los stands. Podría ser, tal vez, la Feria del Libro Infantil", se excusó el títular de esa Fundación, Gustavo Canevaro, que, por lo que se vio en la reunión en la Casa Rosada, no salía de su asombro.
"Ya tenemos 10 mil metros cuadrados construidos y estamos construyendo otros 17 mil que estarán listos en febrero. Los ponemos a disposición de las Ferias, con toda una serie de ventajas", agregó Parrilli. Los organizadores de la Feria ya habían sufrido el año pasado una presión semejante pero pudieron "zafar" con el argumento de que no había espacio suficiente en Tecnópolis.
La edición del próximo año de la Feria del Libro será la número 39 y ya tiene fecha: será entre el 25 de abril y el 13 de mayo de 2013; su programa será presentado el próximo mes en la Feria de Fráncfort.
Los miembros de la Fundación El Libro salieron del encuentro sin ningún interés de realizar el evento en Tecnópolis. "Por un lado, no sabemos si ese cambio va a resultar; por el otro, no queremos quedar atrapados en la lógica del kirchnerismo. Hemos intentado siempre colocar a la Feria por fuera de las disputas políticas del momento", sostuvo a Perfil.com uno de los organizadores.
Sin embargo, mientras encuentran argumentos para rechar la oferta sin que el oficialismo se ofenda, ayer los miembros de la Fundación visitaron al encargado oficial de Tenópolis, Javier Grossman, quien intentó seducirlos con un sinfín de "argumentos", como vigilancia y electricidad gratis.
(*) Editor ejecutivo de la revista Fortuna