Aunque el Gobierno confía en que tanto el Senado como Diputados aprobarán el acuerdo con los holdouts, el destino del proyecto es más incierto en la Cámara alta, donde el oficialismo está a merced del bloque del Frente para la Victoria que, con 42 bancas sobre 72, es el que tiene la llave del quórum y puede hacer que todo fracase. Los senadores anuncian que habrá “un exhaustivo debate” y ya programaron seis jornadas de audiencias, de las que participarán gobernadores, líderes sindicales, empresarios, representantes del sector bancario y de las pymes, además del procurador del
Tesoro de la Nación.
Dentro del bloque –con más peso del PJ que de Cristina Kirchner–, unos 15 senadores dejaron trascender que rechazarán el proyecto de Cambiemos. Todos responden a las órdenes de la ex presidenta. Otros, la gran mayoría, tienen serias sospechas sobre la posibilidad de que el 93% de los acreedores, que entró al canje, pueda hacer juicio a la Argentina otra vez. Es por eso que el bloque peronista considera “imprescindible” la presencia del procurador del Tesoro, Carlos Balbín, en el Senado.
Así se lo transmitió el presidente de la bancada del FpV, Miguel Pichetto, a su par del radicalismo, Angel Rozas, quien transmitió la inquietud al Gobierno. Según pudo saber PERFIL, Balbín había recibido el viernes una “invitación informal” pero confirmó su presencia para el miércoles 16.
Si las respuestas del procurador respecto de la fragilidad del acuerdo son ambiguas, los senadores advirtieron que introducirán modificaciones al proyecto, que deberá volver a la Cámara de Diputados. “Tiene que venir y garantizar que no habrá nuevos juicios, que es algo que nadie deja en claro”, precisó un senador.
La camporista Anabel Fernández Sagasti, Virginia García (cuñada de Máximo Kirchner) y el sanjuanino Ruperto Godoy son los senadores que hablan con frecuencia con Cristina Kirchner. Ellos son sus “operadores” en la Cámara alta. “Se trata de una rendición”, graficaron dirigentes de la agrupación de Máximo Kirchner. Otro que intentó convencer a los senadores de rechazar el acuerdo fue Axel Kicillof. Enviado por CFK, el ex ministro de Economía mantuvo el martes una reunión con quince legisladores.
“Es muy preocupante la decisión del segundo circuito de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, que suspendió el levantamiento de las medidas cautelares dictadas por el juez Griesa”, advirtió ayer Pichetto en un comunicado para alimentar las advetencias.
En este contexto, el Gobierno cuenta con una ventaja: la necesidad de los gobernadores. El oficialismo sabe que el acuerdo puede beneficiar a las provincias por una doble vía. Por un lado, la devolución gradual de la coparticipación. Por el otro, la vía libre para tomar deuda con organismos de crédito internacionales, algo imprescindible considerando el ahogo financiero en el que están sumergidas la mayoría de las provincias.