Si hay un tema que ocupa la agenda de los candidatos del PRO es la fiscalización en la provincia de Buenos Aires. Por ello, el partido de Mauricio Macri, que lleva a María Eugenia Vidal como candidata, diagramó un esquema digital para fidelizar a aquellos que se ocuparán de custodiar que no haya irregularidades en el escrutinio.
Cada candidato a intendente tendrá la tarea de cargar en un sistema digital quiénes son los fiscales que convocó y a quiénes va reclutando. La idea, explican en el PRO, es digitalizar esa masa de dirigentes. En total: unos 35 mil en toda la Provincia, aunque las zonas críticas son la primera y la tercera sección electoral. A medida que los candidatos cargan a sus fiscales en la base de datos son llamados por un call center ubicado en Mar del Plata. Ahí se vuelve a confirmar que efectivamente están en funciones y preparados para su tarea. Con la doble verificación buscan reducir las ausencias y mejorar sus tareas. En el macrismo calculan que deberán desembolsar más de $ 20 millones para solventar esa estructura.
En algunos municipios, como en Almirante Brown con Carlos Regazzoni, los fiscales provienen de los gremios aliados de la CGT. “Estamos sumando más de mil fiscales, casi cinco mil voluntarios. No nos vamos a dejar amedrentar por la violencia política”, sostuvo Regazzoni.
En otros distritos hay un desarrollo territorial desde hace años, como en Lanús, donde Néstor Grindetti ya fue candidato dos veces y tiene su propio armado de dirigentes. Algo similar ocurre en San Fernando, con Alex Campbell. Más difícil es la situación que se da, por ejemplo, en La Matanza, Merlo o Ituzaingó.
“Hoy el principal problema que tenemos es cualitativo, no cuantitativo: mucha gente va a fiscalizar por primera vez en esta elección”, cuenta uno de los armadores bonaerenses. A los voluntarios se sumarán unos cinco mil fiscales del partido de Hugo Moyano y unos dos mil del Momo Venegas. Así las cosas, el equipo de Vidal está intentando no dejar una escuela librada al azar: junto al jefe de la campaña nacional, Marcos Peña, desarrollaron un sistema para tener identificados todos los colegios que históricamente han tenido problemas o irregularidades.