Hay relaciones que son para siempre y otras que tienen sus idas y vueltas incesantes. En la política es moneda corriente y el caso del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández y de la senadora Cristina Fernández de Kirchner no es la excepción.
De ella, él dijo cosas como que "había convertido al Partido Justicialista en un partido obedientes" y hasta había ironizado sobre el llanto de la expresidenta cuando se le preguntó por los bolsos de José López. Pero los tiempos cambian, las necesidades políticas se transforman y quien se había ido en malos términos, ahora es considerado el espíritu inspirador para el libro "Sinceramente".
Este jueves 9 de mayo, frente a un auditorio colmado en la Feria del Libro, Cristina dijo: "Quiero agradecer a quien me dio la idea de escribir un libro, que es Alberto Fernández, quiero agradecerle".
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"Cuando vino y me dijo que lo angustiaba las cosas que se decían de mí y de Néstor, dijo que le daba angustia que se digan mentiras. 'Vos tenés que salir a contar eso y tantas otras cosas', me dijo. Y ahí comenzó la experiencia de escribir un libro", reveló.
Sin embargo, la relación no siempre fue así. En febrero de 2017, el ex jefe de Gabinete sostuvo que "hay que entender que con Cristina no alcanza y sin ella no se puede", al tiempo que se pronunciaba a favor de un acercamiento con Sergio Massa y Florencio Randazzo.
Luego, en junio de 2017, Alberto Fernández aclaró que había que "ir pensando en quiénes son los reemplazos" de Cristina. "Cristina no deja crecer a nadie", sentenció. "Cristina he hecho del Partido Justicialista un partido de obedientes, donde no hay ninguna posibilidad de decir nada", añadió.
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El cambio
En febrero del 2018, luego de la victoria del PRO en Buenos Aires, Alberto Fernández subió, por primera vez, los escalones del Instituto Patria, según consignó Noticias. Juan Cabandié, el diputado camporista que había sido el impulsor del reencuentro, lo acompañó hasta el despacho de la ex presidenta y luego lo encomendó a su suerte. La reunión fue fructífera y Alberto Fernández se volvió a convertir en el nuevo armador del neo-cristinismo.
El rol de Alberto Fernández era necesario según la opinión de los propios referentes del espacio. “Con Alberto tenemos eso que nos faltó en el 2017, un jefe de campaña que se pueda sentar de igual a igual con los gobernadores, con referentes de otros espacios de la oposición, que se banque entrevistas en los medios”, contó un dirigente de la Cámpora.
EA
