POLITICA
de cara a las elecciones

En Cambiemos preparan microactos y apariciones sorpresa para evitar escraches

El creciente clima de violencia que sufrieron varios funcionarios obligó a cambiar la estrategia, que será definida por Duran Barba. Ayer hubo timbreo del oficialismo.

Timbreo. Ayer, Bullrich estuvo en San Fernando, Peña, en Avellaneda, Ritondo y Dujovne, en Florencio Varela, y Frigerio, en Moreno.
Timbreo. Ayer, Bullrich estuvo en San Fernando, Peña, en Avellaneda, Ritondo y Dujovne, en Florencio Varela, y Frigerio, en Moreno. | Prensa Cambiemos

Desde hace un par de meses en varias recorridas la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, se topó con reclamos a los gritos, pancartas en su contra y, en algunos casos, insultos. Generalmente la custodia se ocupó de alejar a los pocos manifestantes. En otros casos, uno de los funcionarios que la acompaña, el subsecretario Alex Campbell, se ocupó de hablar con ellos para recibir algún petitorio o simplemente intentar calmar las aguas. Nunca llegó a la violencia física. Pero en la Gobernación no tienen dudas de que se trató de dirigentes vinculados a Suteba, el principal gremio docente cuya cara visible es Roberto Baradel.

Pero no fue el único caso: volviendo de vacaciones, el ministro de Educación, y quien encabezaría la boleta como senador nacional, Esteban Bullrich, se cruzó con cuatro militantes de La Cámpora en una estación de servicio en Carmen de Areco. “Hijo de puta”, le gritaron amablemente, entre otros adjetivos, durante varios minutos mientras cargaba nafta. Sus cinco hijos y su mujer (quien también se llama María Eugenia) estaban en la camioneta que los había traído desde Junín, donde habían ido a descansar. El tema no pasó a mayores, pero fue un mal momento.

El clima de violencia que vienen observando en Cambiemos obligó a repensar la estrategia que mostrará el oficialismo de cara a las elecciones: microactos que intenten evitar escraches o minimicen la posibilidad de disturbios en recorridas proselitistas.

Los piedrazos en Mar del Plata o los gritos que recibió el presidente, Mauricio Macri, en Tandil fueron los primeros hechos que llamaron la atención de Cambiemos. Por este mismo motivo se dejó de informar dónde serán los timbreos que encabezan el Presidente y la gobernadora.

En este contexto, la estrategia se completa con lo que se denominó “la teoría del moño”. Esto es: una previa de un encuentro partidario o timbreo difundido por medios de comunicación y redes sociales, y luego la difusión de los mismos con todas los “fierros” comunicacionales de que dispone Cambiemos. Las buenas fotos y alguna declaración política completan el esquema. Cuando regrese, el mes que viene, Jaime Duran Barba de Estados Unidos y México se terminará de diseñar el plan.

En ese marco, ayer Vidal estuvo en Esteban Echeverría junto a Evert Van Tooren, a cargo del área de Vivienda. Pero en este timbreo sorprendieron el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, junto al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo (ver foto) en Florencio Varela. También se pudo ver a Federico Pinedo junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quienes tuvieron que soportar los chistes malos del funcionario bonaerense Joaquín de la Torre; mientras que Peña estuvo con Gladys González (candidata a senadora con el aval de su marido, Manuel Mosca, quien maneja $ 3.600 millones en la Legislatura provincial) y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien quiere colocar a su mujer, Daniela Reich, como candidata.

Otro que timbreó en la Provincia fue el ministro de Educación, Esteban Bullrich, quien ya se mueve como futuro candidato a senador. El titular de la cartera educativa estuvo en San Fernando junto a Alex Campbell, el referente local (fue candidato a intendente) y subsecretario de Asuntos Municipales. Allí se sacó fotos y recorrió varios comercios de la zona. A pesar del frío, se lo vio con una sonrisa. Esta vez nadie lo insultó en la recorrida.