“El Gobierno llegó tarde, como pasó con las tarifas”. Con esta frase resumió uno de los principales dirigentes de la CGT la recepción que recibió la propuesta de tregua que llegó este miércoles, un día antes de la reunión en la Casa Rosada de la mesa chica de la central con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el vicejefe de Gabinete Mario Quintana. La expectativa de lanzar una medida de fuerza, que sería a fin de mes, sigue vigente entre la mayoría de los integrantes del Consejo Directivo cegetista, que se reunirá nuevamente el próximo martes y dará una definición, luego de recibir cerca del mediodía la respuesta de las autoridades al petitorio que elevaron esta semana.
Hay poca expectativa respecto a la capacidad del Gobierno de dar cauce a sus demandas, pero también se asumió el compromiso de esperar la respuesta formal antes de tomar una decisión. Entre los pedidos gremiales está una norma anti-despidos, la reapertura de paritarias y eliminación de topes para las negociaciones en curso, eliminar Ganancias en los aguinaldos, devolución de fondos para obras sociales y un compromiso expreso de que no habrá nuevos intentos de modificar la Ley de Contratos de Trabajo.
“En algunos temas se puede buscar un compromiso, el Gobierno tiene herramientas administrativas para detener los despidos sin que haya una ley”, indicó otro influyente secretario general, quien evaluó que lo que falta es “voluntad política”. En la reunión el ministro Dujovne sostuvo que una norma podría impedir la creación de nuevos puestos. También dijo que la expectativa era que crezca el empleo. La mayoría de los cegetistas cree lo contrario.
Más allá de las diferencias, el impase tuvo como consecuencia que no haya medidas de fuerza previas al Mundial. Hace una semana, el pedido era justamente ése. Dejar cualquier medida para el fin de mes. También hubo en este sentido una ayuda de Hugo Moyano. Al anunciar que habría un paro general el 14 de junio, garantizó que nadie se plegara a su postura. El camionero ganó terreno dentro del mundo gremial en las últimas semanas, por eso puso en alerta a quienes resisten su liderazgo. También hay mucho enojo con las CTA. “Estamos cansados de que nos apuren cuando ellos no tienen ningún gremio atrás”, indicó otro integrante de la mesa chica.
Uno de los puntos que sí despierta expectativas entre algunos secretarios generales está en el nuevo piso de paritarias. El Gobierno habilitó un 5% adicional, algo considerado insuficientes, pero algunos creen que podría abrir el camino a nuevos ajustes, una suerte de “paritaria abierta” que se iría ampliando hacia fin de año con otro 5% adicional. Admiten que este esquema no podrá ser nunca explícito, para poner coto a las expectativas inflacionarias. También hay ilusiones en este sector sobre una posible “mesa de diálogo permanente” que incluya a las empresas y al Gobierno y permita atender estos temas.
Pero estas expectativas de un posible entente cordiale con el Gobierno no son compartidas por todos. Un importante dirigente afirmó que a los gremialistas les han asegurado informalmente que no habrá techos a las paritarias, pero que el discurso con las cámaras es otro: “A ellos les dicen que no van a homologar acuerdos por encima del 20%”. Otro dirigente puso en duda la posibilidad de un acuerdo al argumentar que el acuerdo con el FMI cierra las puertas al mismo, más allá de los reaseguros que ofreció Dujovne en su encuentro con la CGT.
