POLITICA

Entrevista a Coto: "La inflación tiende a la baja"

Es el equivalente argentino a los dueños de Walmart, Jumbo o Easy. Coto, es uno de los pocos empresarios nacidos en la Argentina que sobrevivieron. Video.

Alfredo Coto en la entrevista con Jorge Fontevecchia
| cedoc

- Vos, en los ’90 te acusaron de todos lados de ser testaferro de Menem…
-Sí, sí.

-Ahora Menem ya está jubilado hace 10 años…
-Ahora se fue.

-Pero a vos te acusaron de ser testaferro de Menem todos los ’90.
-Sí, a buena hora. Una vez me dice un amigo: “¿Vos tenés algo que ver con Menem?”. Era un amigo, ahí, en el ’94. “No tengo nada que ver”. “Pero, ¿no es tu socio?”. “Mirá, ¿sabés una cosa? Me gustaría y si me recibiera, se lo propondría”. Lo que estaba buscando yo era un capitalista. Y mi padre que vino de España estuvo trabajando muchos años con otro gallego en el mercado de Retiro. Tendría yo 18 años. “¿Cómo estás, gallego?”, le pregunta. “Y acá estoy, como cuando vine de España”. Ya sabíamos lo que era eso: que no habíamos evolucionado. “¿Y qué estás buscando?”. “Un socio con plata y que trabaje”. “¿Lo conseguiste?” “No”. Así que siguió la historia.

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-Alfredo, vos fuiste el primero en la convención de Idea que presidiste en 2005, que  pronosticaste una inflación creciente. ¿Cómo ves el tema de la inflación a siete años de aquello?
-A medida que todo va cambiando y que el mundo va cambiando, porque nosotros somos profetas. Evidentemente, lo que está pasando en España –yo vengo de ahí- está pasando acá. Fui a ver qué efecto hacía allá. ¿Cuál era la…?

-El tema de la inflación. Cómo ves la inflación.
-La inflación, perfecto. Una inflación que de alguna manera está, no lo podemos negar, pero que se va manteniendo. Yo prefiero esa inflación, siempre controlada y yendo hacia abajo, de a poquito, porque una inflación no se para de golpe. Yo no estoy de acuerdo con los que dicen que una inflación se para sacando recursos y parando el sistema. Si no, no estaríamos hablando de Keynes. Una inflación se para de a poquito. Pero es mejor una inflación con poder adquisitivo, aunque esa inflación de alguna manera embroma el aparato productivo, de a poquito poder ir bajándola. Pero no hacer un golpe inmediato de que no haya un ajuste de sueldos, por ejemplo, donde la gente sigue consumiendo. Yo, lo que veo en España es que no hay inflación. Vi precios más baratos. Se le llama deflación. Pero del 18% se fueron al 21% en el IVA. Y algunos impuestos más que les han puesto sin aumentarles los valores. De manera que tenemos ahí un problema. Estamos hablando de España y no le dan los números, porque están con déficits. Están haciendo un gran ajuste por el déficit. Y ese ajuste por el déficit hace que España no se levante. Entonces, vos me decís: de los dos males, ¿cuál prefiero? Hoy, porque yo voy mutando a medida que los tiempos van cambiando. Yo prefiero un poco de inflación, que se vaya ajustando la inflación, pero que no se paren de golpe esos incentivos, esas paritarias que a veces son un poco complicadas. Pero tampoco irse a los extremos y no estar tan crispados. A mí, lo único que me preocupa, para terminar, es por qué veo a la gente tan crispada, porque no se está tan mal acá. El que dice que está mal… Bueno, sí, habrá gente que está mal, que está asistida y todo lo demás. Pero no se está tan mal. Yo veo mejor al país que antes. Sea el palo político que sea, yo veo el país y el mundo mejor que antes para Argentina. Por eso te digo: estamos exportando, somos grandes, el boom de la soja, el boom de la industria que tiene que venir ahora cada vez más. Eso es positivo. Me dicen: “Alfredo, vos sos optimista”. Sí, soy optimista con el país que tengo. Yo no lo voy, a lo mejor, a gozar ya, pero sí mis hijos y mis nietos. Por eso digo que esa crispación, hay que bajar un poco los decibeles, tenemos que saber hablarnos un poquito más. Los empresarios que estamos, bueno, a lo mejor en el caso mío, para ser consultados. A lo mejor podemos aportar algo, desde ya lo digo. Y yo creo que estamos en un gran país.

 

-Cuando vos hiciste aquel pronóstico de inflación en Idea, Néstor Kirchner te atacó duramente y vos fuiste el primer gran empresario castigado públicamente.
-
Sí, lo recuerdo bien. Bueno, primero estaba con el CEO de la compañía. Dijimos: “No puede ser que un empresario sea juzgado acá. Esto hay que ir a hablarlo”. Le vamos a decir esto. Pedimos la cita, me la dio al otro día. Así como lo cuento. Entonces, dijimos: “Le vamos a decir esto, le vamos a decir esto, le vamos decir de todo”. Nos dimos una máquina bárbara, porque somos empresarios nacionales, mirá si nos va a decir eso. Cuando fuimos y veníamos subiendo Casa de Gobierno y estaban los soldaditos que se te ponen firmes cuando pasás, empezamos a reflexionar un poco. “Mirá, pará, cómo le vamos a decir esto, cómo le vamos a decir lo otro”. Yo salí muy elegante cuando salimos a los periodistas, después te cuento cómo les dije. Pero como éramos los primeros, fuimos allá. “Hola ¿cómo le va, Coto? ¿Cómo le va, Vivanco? Tomen asiento. ¿Qué les pasa?”. “Presidente, estamos acá un poco asombrados”. “No se hagan problema, eso es política”. Eso fue, lo que puedo decir ahora, total, tengo años en esto. Cuando salimos, me toman los periodistas, abajo. Me dicen: “Señor Coto, ¿qué pasó ahí arriba? ¿Qué pasó?”. “Entre dos personas de carácter, nos vamos a poner de acuerdo”, dije. ¿Qué les podía decir? O sea que lo tomé con humor, seguí trabajando, empujé y bueno, fuimos saliendo de esta terrible deuda que tuvimos y acá estamos, dando guerra.

-¿Qué sentís hoy al ver la reacción del oficialismo con Rocca, con la crítica de Rocca?
Me da mucha pena todo eso. Yo creo que se tienen que reunir. Yo creo que eso es el debate. Puede haber críticas o puntos de vista diferentes pero yo creo que eso no le hace bien a nadie. Te lo digo como argentino y creyendo en una Argentina con muchas perspectiva para 10 años, 20 años.

-O sea vos fuiste el caso testigo de que a partir de que vos fuiste el primer empresario argentina atacado. ¿Vos sentís que a todos los demás les dio miedo y se guardaron, que hubo un proceso de ir guardándose?
-No lo sé. No lo sé eso. Corre por cuenta de todos los empresarios. Yo, lo que digo, que es el juego de la política es el arte de lo posible. Y en la política yo creo que vamos a tener que usar más el arte de lo posible. Yo creo que se puede dar. Yo creo que hay que encontrar ese camino. No es ver las cosas desde un punto de vista o del otro, sino que tenemos que entender que los que vienen atrás, que son nuestros hijos, nuestros nietos, tienen que vivir mejor. El arte de la política es también lo que tiene que funcionar bien, como los empresarios que tenemos que generar empleo y estar en la pelea todos los días. Generación de empleo y buenas políticas. No: no discusiones. Discutir vamos a discutir siempre. Descendemos de italianos, de españoles. Acordate que los argentinos descendemos de los barcos. Entonces, somos italianos, españoles; somos un poco fogosos. Hay que sacar esa crispación y yo creo que vamos a ir muy bien.

-Alfredo, cuando vos viste al entonces Presidente Néstor Kirchner decir por televisión tu eslogan. “Yo te conozco”, ¿te dio miedo? ¿Qué te pasó?

-Primero, me sorprendí. Y después me dio marketing. Porque ese “Coto, yo te conozco” me hizo famoso. Vos te das cuenta el sentido del humor que yo tengo. Lo único que pregunté es: ¿sigue comprando la gente? Sí, sigue comprando. Ya está. Me tocó, bueno, a otra cosa.

-Cuando vos mencionabas que saliste de la reunión y los periodistas te preguntaban, hubo una frase que vos también dijiste, vos te justificaste diciendo: “Ustedes me quieren hacer pelear con Tyson”.

-Claro, claro.

-Tyson hoy es Cristina. ¿El equivalente sería Cristina hoy?
-
Te voy a decir una anécdota que viene bien. Lo mío es apolítico, porque la política no la entiendo. Pero, a Cristina, a la Presidenta, la he invitado al frigorífico de pollos, donde ya mi hijo hizo toda una comercialización desde la crianza del pollo, el huevo, la incubación, el valor agregado, cambiar alimentos por carnes blancas y el frigorífico. Y ha venido a nuestra empresa a ver a un empresario argentino que ha tratado de no morir en el intento. Le agradó mucho ese gesto. Entonces, rescato eso. Y lo demás es parte, vuelvo a repetir, del arte de la política. Si vos me decís cuál es mi tendencia política: ninguna. Yo creo que el sentido común de los argentinos tiene que prevalecer, el diálogo tiene que prevalecer. La política tiene que ir con la política y el empresario tiene que ir con los empresarios, como corresponde. Generar empleo.