Enrique Eskenazi, empresario ligado a los Kirchner y a Lázaro Báez, y sindicado como uno de los que supuestamente le llevaba bolsos con dinero al entonces presidente, tiene un sobrino que es funcionario de la UIF (Unidad de Información Financiera), el organismo encargado de investigar el lavado de dinero en la Argentina.
Ricardo Eskenazi es vocal del Consejo Asesor de la UIF, en representación del Ministerio de Justicia, que conduce Julio Alak. Llegó al cargo en febrero de 2010, cuando el Gobierno removió a seis de los siete consejeros, luego de las críticas recibidas por el mal funcionamiento del organismo. En ese momento, se reprocharon esas designaciones porque supuestamente los nuevos miembros carecían de experiencia en el rubro.
En diálogo con PERFIL, Eskenazi reconoció la relación (su padre y Enrique son hermanos), pero aseguró que en la actualidad no tiene un vínculo fluido. Además, aseguró que no hay incompatibilidades formales. “Si se diera la situación de que entra un expediente donde estuviera involucrado, yo debería abstenerme, por lo que no podría expresarme ni a favor ni en contra”, aseveró el abogado y escribano, oriundo de La Plata. También aclaró que las decisiones del Consejo Asesor no son vinculantes y quien tiene la última decisión es el presidente de la UIF, José Sbatella.
¿Pero podría transmitir información privilegiada sobre investigaciones o nuevas normativas?, inquirió PERFIL. “En lo formal no hay incompatibilidad, y en lo informal tampoco, porque en lo personal no tengo relación alguna, ni siquiera me hablo con esa parte de la familia”, explicó Eskenazi, quien aceptó tener “afecto” por su tío, aunque reiteró que el vínculo está cortado.
Además, aseguró que llegó a su cargo a través de Alak, de quien fuera funcionario los últimos seis años de su gestión en La Plata y a quien acompañó luego al Ministerio de Justicia.
El domingo pasado, Miriam Quiroga, la ex secretaria de Kirchner, relató en el programa de Jorge Lanata que vio “los bolsos” con dinero. “Desde mi despacho veía todo el movimiento. Daniel Muñoz llevaba los bolsos a Olivos y de ahí a Santa Cruz en avión o vía terrestre”. Y describió que esos episodios se daban luego de visitas de empresarios como Cristóbal López, Lázaro Báez o los Eskenazi.
El empresario conoce a Kirchner y Báez desde hace décadas. A fines de los 90, Kirchner como gobernador privatizó el Banco de Santa Cruz y se lo adjudicó a los Ezkenazi (también son dueños de los bancos de San Juan y Santa Fe). Lázaro Báez todavía se desempeñaba como gerente general. Los Eskenazi también tienen la constructora Petersen (gran adjudicataria de obra pública) y se quedaron con un porcentaje de YPF cuando se inició el plan para nacionalizarla.