Estanislao Fernández, hijo del candidato a presidente por el kirchnerismo, participó de la convención de comics más importante de Buenos Aires y mostró allí una faceta que lo apasiona: la de la caracterización cosplay. Se trata de una actividad de la cual participan miles de jóvenes alrededor del mundo, que consta de disfrazarse como personajes ficticios, preferentemente pertenecientes al mundo del animé. Durante la Comic Con 2019, que se desarrolló este fin de semana en Costa Salguero, se lo pudo ver vestido como el dibujo animado Pikachu, aunque en una versión feminizada.
Este joven se define a sí mismo como cosplayer, crossplayer y drag queen. Conocido en la noche porteña con el nombre de Dyhzy, amante del animé japonés, ilustrador, militante queer y, ahora también, hijo del sorpresivo candidato a presidente por el kirchnerismo, Alberto Fernández.
Comenzó a recorrer estos universos en 2015 de forma gradual. Al principio, sólo le blanqueó a sus íntimos ser un cosplayer pero no dijo nada sobre ser una drag queen (interpretar a mujeres). Sabía, mejor que nadie, lo difícil que puede ser explicarle al resto de qué se tratan estas excéntricas manifestaciones artísticas.
Toda la formación académica de este joven y su trabajo giran alrededor de su gran pasión por la animación. Estudió la carrera de Diseño de Ilustración en la Universidad de Palermo, donde fue premiado por dos de sus ensayos: “¿Por qué causa más rechazo lo que más se asemeja a la realidad?” y “Comics, web comics y viñetas en redes sociales del 2014 y 2015”. La institución, además, lo reconoció por un trabajo fotográfico titulado “El poder del maquillaje”.
La historia de Dyhzy, el hijo “Drag queen” de Alberto Fernández
En la web, además, se define como un “ilustrador indie” y artista digital. Aprovecha al máximo las plataformas para exhibir su habilidad para el dibujo, con una estética basada en el manga y animé. Uno de los personajes más reiterados en sus publicaciones es el de Harley Quinn del famoso film “Escuadrón Suicida”, uno de sus preferidos.
En una entrevista de enero del 2018 publicada en el sitio Nerdro, espacio que también tiene un programa en Radio Éter donde Estanislao es co-conductor y columnista, el joven contó cómo llegó a meterse en el cosplay primero y en el drag, después. Entre el 2014 y 2015 tuvo una novia que era cosplayer y a su vez miraba el programa del ícono drag estadounidense, RuPaul, que repercutió en Estanislao (ver recuadro): “Me quedé como ‘wow, pará, ¿qué estoy viendo?, ¿estos son mujeres o son hombres?, ¿son chicas trans? No entendía el hecho del drag, de vestirse del otro género para crear un personaje. A pesar de no entenderlo ni conocerlo, yo estaba re cebado con que tenía que hacer eso”, contó y agregó que fue recién después de romper esa relación amorosa que logró dar el primer paso.
En una entrevista, concedida recientemente al diario Página 12, señaló: "En general, el drag está muy relacionado a la noche, porque cuando se empieza a volver algo masivo en Estados Unidos, en los años 70, había tanto nivel de homofobia, discriminación y transfobia, que esa gente se veía obligada a recluirse en boliches. A medida que fue pasando el tiempo, si bien siguió siendo algo relacionado a la noche, se fue expandiendo hacia muchos otros ámbitos. En 2008, RuPaul --una de las drag queen más populares-- hizo un reality show y eso popularizó el drag y lo llevó a ámbitos donde antes era imposible que estuviera. Hoy en día hay drag queens que tienen sus propias líneas de maquillaje, que son jurados en programas de televisión o cantantes. Originalmente, la perfo en boliches era la interpretación de una celebridad mujer, todo muy exagerado, como una estatua viviente que bailaba arriba de un parlante. Pero ahora se logró expandir hacia otros ámbitos y se abrió la posibilidad a que una drag queen o un drag king pueda llegar a donde quiera".
En esa misma nota, ante la consulta de cómo le cayó la postulación de su padre a la Presidencia, admitió: "Cuando me lo contó fue un balde agua fría, porque no estaba al tanto y no lo esperaba tampoco. Lo primero que se me vino a la cabeza fue: 'acá se termina esto para mí, voy a tener que cuidarme'. Si ya me venían diciendo cosas por hacer drag en eventos o, incluso, por ir de hombre disfrazado y que me vean como una cosa rara, ahora va a ser peor. Pero gracias a Fabiola (Yañez, la novia de Alberto Fernández), lo empecé a ver como una oportunidad para que todas estas problemáticas se vuelvan visibles. Y ahora no lo estoy sufriendo. Es raro que me manden mensajes de medios y marcas proponiéndome cosas. Desde que hicieron el anuncio hasta ahora, sumé más de diez mil seguidores en Instagram. Tengo mi cuenta desde 2012 y en todos esos años había conseguido tener 13.000 seguidores, porque logré ser reconocido como Dyhzy, la drag queen".