El legislador electo por la Ciudad de Buenos Aires, Mariano Recalde, debió soportar los insultos de un grupo turistas que lo reconocieron en las playas de Brasil, donde el expresidente de Aerolíneas Argentinas descansa con su familia.
El hecho sucedió el jueves al mediodía. Recalde se alojó en el Grand Palladium Imbassaí Resort & Spa, al norte de Salvador de Bahía. Mientras descansaba, un reducido grupo de turistas, de no más de 5 personas, comenzaron a insultarlo frente a su mujer e hijos. "Ladrón hijo de p.", "devolvé la plata", fueron algunos de los agravios verbales que recibió el dirigente del Frente Para la Victoria (FPV).
Según relataron testigos a Perfil, el hecho no pasó a mayores porque estos turistas no estaban en la misma zona del hotel y no pudieron acercarse para estar cuerpo a cuerpo. Por ese motivo, tras insultarlo reiteradas veces, se fueron. Perfil.com se comunicó con el dirigente pero no quiso realizar comentarios al respecto.
Escraches. Lo que le pasó a Recalde no es nuevo ni tiene un solo color político. Lamentablemente en la Argentina son cada vez más los inadaptados. En plena campaña electoral, Esteban Bullrich, electo senador por Cambiemos fue perseguido por motociclistas que apedrearon su auto. El incidente ocurrió después de una actividad de campaña en la localidad de Avellaneda junto al candidato local Lucas Yacob.
En julio, “ladrón” y “caradura” fueron algunos de los calificativos que recibió Guillermo Moreno durante las PASO, durante una recorrida en Lugano. El día de la votación Carlos Zannini sufrió en la capital de la provincia algunos escraches. En junio corrió la misma suerte el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, quien fue increpado por trabajadores de su cartera nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), durante una visita que realizó al edificio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada(ESMA).