La hija menor de la presidenta Cristina Kirchner ya no se oculta en cada marcha, acto o manifestación a la que convoca la agrupación fundada por su hermano mayor, Máximo. Ayer estuvo junto a una columna, en su mayoría compuesta por militantes de la rama femenina, de La Cámpora. Siempre aferrada a su atado de cigarrillos rubios y muy abrigada para soportar los intensos vientos que soplan en su tierra, Florencia acudió al acto en conmemoración del 29 aniversario del desembarco argentino en las Islas Malvinas. Frente al palco desde el que su madre, la Presidenta, le tiró un beso a la distancia, Florencia cantó el Himno Nacional y la marcha de Malvinas con fervor y entusiasmo.
A quien no se pudo ver por las inmediaciones del acto fue a Máximo Kirchner, aunque dicen fuentes que asistieron al evento, “estuvo acompañando permanentemente a su madre”. No es la primera vez que Flor K se muestra integrando una de las columnas de la agrupación La Cámpora.
Al menos, por lo que se puede saber, la primera vez que participó de una movilización junto a ese grupo fue cuando el 11 de marzo pasado toda la militancia kirchnerista se dio cita en el Estadio de Huracán para conmemorar el 38º aniversario de las elecciones que con la fórmula Cámpora-Solano Lima, el peronismo –tras 18 años de proscripciones– ganó en 1973. Allí, fue la propia Cristina quien ante la multitud se refirió a su hija Florencia que la había llamado desde la tribuna popular –así lo contó– para pedirle “que sea muy puntual porque se estaban muriendo de calor”.
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