POLITICA

Intendentes ricos, Conurbano pobre

Muchos de los jefes comunales del GBA viven en mansiones que valen millones. Una triste ironía en medio de las zonas que manejan políticamente desde hace años.

0103otaceheggorfinkel
| Roy Gorfinkel

Averiguar dónde viven los intendentes del Conurbano bonaerense es una tarea que debería resolverse con facilidad. Pero por el contrario, es una trama que esconde sospechas, rumores e, inclusive, amenazas. El resultado de la pesquisa, en la mayoría de los casos, deriva en casas que desentonan, por su tamaño y ostentación, con la pobreza en la que muchos viven en sus municipios.

Entre los caciques más representativos, PERFIL decidió seleccionar diez para mostrar dónde viven. Y un análisis estimativo del valor de sus casas sumadas arroja una cifra superior a los 3 millones de dólares. Por el estilo de las casas, esa cifra sería aún mayor si estuviesen en zonas más cotizadas. A todos se les pidió una respuesta oficial, pero sólo tres de ellos contestaron.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Hogar, gran hogar.

Alberto Descalzo es el mandamás de Ituzaingó. Vive en Parque Leloir, la zona más exclusiva de su municipio, codeándose con estrellas del espectáculo. Es una zona de casas quintas, la mayoría con un casco principal, un quincho, pileta y amplio jardín. La de Descalzo tiene todo eso. “Cuando asumió, vivía en una casita en un barrio obrero. Ahora está en un palacio en Leloir”, describe un opositor.

La Reja también es una zona de casas quintas, en Moreno. Allí vive Andrés Arregui. “Saltó a otra dimensión”, exclama un ex concejal que lo conoce de sus épocas en La Perlita, “un barrio de clase media baja”.

En un barrio humilde de Florencio Varela llama la atención un predio que ocupa casi toda la cuadra. Podría ser un club de barrio, pero es la casa de Julio Pereyra. El intendente le explicó a PERFIL que esa casa “está hipotecada”. Y aclaró que es “chica, con dos dormitorios, un quincho, una pequeña pileta y mucho pasto y árboles”. Más tarde, reconoció que también tiene cancha de paddle, pero que “está rota” y nunca la usa. Además, aseguró que es la única propiedad que tiene. Sin embargo, el personal de seguridad privada contó que no está todas las noches allí. Por otro lado, en Florencio Varela se rumorea que tiene un departamento en Puerto Madero, conocido por todos como “la oficina”. La última versión dice que se estaría mudando a Quilmes. El intendente lo niega, pero reconoce que su mujer alquiló durante dos o tres meses un departamento en Puerto Madero para usarlo como oficina. Pero le pareció “muy caro” y se fue a Quilmes.

De mudanza

Darío Giustozzi, de Almirante Brown, vive en Mármol, pero cuando termine las reformas se mudará a Adrogué. “Desde el fallecimiento de la mujer se quería mudar”, relató una opositora. El nuevo terreno tiene unos 70 metros de largo y un puente que comunica dos partes de la casa. Y siete baños. “Ya tiene una pileta, y se está haciendo otra, climatizada”, aclaró un vecino.

En Hurlingham comanda Luis Acuña. Su domicilio “de siempre” está en un barrio de casas bajas. Pero aparentemente se compró los terrenos de atrás y se construyó su nueva casa. “Es un barrio de clase media y él tiene el palacio de Buckingham”, define un concejal. Un paredón de unos treinta metros oculta una imponente mansión. También tiene palmeras, que se habría llevado del vivero municipal.

Lo de siempre. Fernando Espinoza y Raúl Othacehé aseguran que viven en las mismas casas de siempre, en La Matanza y Merlo, respectivamente. El primero tiene su domicilio en Villa Luzuriaga. “Nací ahí”, le explicó a PERFIL Espinoza. “Acá todos saben dónde vivo”, sostuvo. Una dirigente opositora sospecha: “Es una duda que tenemos todos”. “Cualquier vecino de la cuadra sabe”, insiste Espinoza. “Sé que va y viene. Acá hubo cacerolazos y él desapareció”, afirma una vecina.

Othacehé dice que vive “en la misma casa de siempre, desde el ‘78”. “Por eso la gente me vota”, sostiene. Sin embargo, en Merlo hay una fuerte versión dando vueltas: el intendente viviría en la Casona Municipal, un predio con un casco como de estancia. La gente del barrio no lo duda: “Acá vive el intendente”. Othacehé dice que trabaja “mucho” ahí, que recibe a gente y hace actos.

Hugo Curto, de Tres de Febrero, es el de perfil más bajo. “El es muy cuidadoso en ese sentido. El problema es su hijo, que aparece cada semana con un auto nuevo”, señaló un concejal. Vive en Caseros, en una casa decorada con las banderas nacional y provincial.


Lea la nota completa ingresando a la Edición Impresa del Diario Perfil.