POLITICA

Jorge Asís analiza el 7D

Asegura que ningún juez "puede arriesgarse a quedar como preservativo descartable".

El escritor Jorge Asís repudió los escraches a Boudou y Kicillof.
| Cedoc

"El cristinismo quedó ridiculizado por la torpeza de sus sobreactuaciones", opinó el periodista y escritor Jorge Asís, uno de los primeros en anticipar que el resultado del 7D sería adverso al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, horas antes de conocerse el fallo.

Desde su portal "Jorge Asís Digital", analizó las causas y consecuencias del fallo de la Cámara Civil y comercial y sostuvo que el oficialismo, "en adelante, tendrá que someterse, sin resignación, a los rigores de la Cronoterapia".

Los kirchneristas, según Asís, "van a desgastarse en recursos y apelaciones. En declaraciones (...). Pero las diversas instancias, hasta llegar a la Corte, van a tomarse, según nuestras fuentes, el tiempo que consideren necesario".

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"La cronoterapia asegura, por lo menos, la convalecencia hasta marzo. Resulta aconsejable para disminuir las tensiones. Y atravesar el verano con el rédito de mantener la expectativa", recomendó el escritor.

Para Asís, "la Ley de Medios fue planteada como una epopeya innecesaria", que "obligó a ingresar a Nuestra César, y a la totalidad del cristinismo devaluado, en el territorio turbulento de la patología. De donde no pudo salir más. Ni zafar".

La estrategia victoriosa de Clarín "consistió en durar. Otra manera de la cronoterapia. En victimizarse mientras pasaban los meses y crecía el desgaste del gobierno, repentinamente el adversario. El otro mérito consistió en evitar que trascendieran las diferencias internas", escribió.

En cambio, Asís consideró "uno de los errores menos admisibles" de Cristina la designación de Martín Sabbatella al frente del AFSCA: "Es el exponente del frepasismo tardío que despertó claras desconfianzas entre los mini-gobernadores del conurbano", opinó.

"Debe aceptarse que Sabbatella puso un poco de orden. Cambió los sobrevivientes de Lomas de Zamora, que habían llegado con Mariotto, el antecesor que ahora se difamaba, por elementos copadores de Morón. Aparte, entre sus innovaciones, contrató un nuevo cocinero. Debía probarle, eso sí, la comida. Porque las fuerzas envenenadoras de Magnetto lo querían asesinar", aseguró Asís.

"También Sabbatella desarmó la estructura delirante que respondía a Saavedra. Antecesor que le hizo la gestión imposible a Aragón. Desde La Cámpora, en la oficina de Viamonte preparaban 200 heroicos militantes para utilizar, debidamente disfrazados de negro y azul, el día del desembarco. 7-D. Pero lo único relevante de Sabbatella fue, para ser francos, ir a la televisión. Para colocar el rostro en conferencias que aportaron, apenas, atisbos de confusión", continuó el escritor.

"El Ejecutivo no consiguió imponer la ley avalada, con una goleada parlamentaria, por el Legislativo. Pero trabada hábilmente por la estrategia jurídica de la empresa afectada, que comanda el estudio Sáez Valiente. El Ejecutivo presionó con grosería. Hasta el escándalo. Para quedar transitoriamente congelado, ante la decepción de su tribuna, por la acción del Poder más hipersensible. El Judicial", comentó el Asís.

Sobre las presiones a los jueces, consideró que "el Judicial es el poder más atento a los vaivenes de la legitimidad del Ejecutivo. De su estado físico, político y moral. De sus arrebatos. Sobre todo cuando se lo quiere llevar puesto. Como una media. Como si los jueces fueran militares. O diplomáticos".

"En definitiva, ningún juez de excelencia puede arriesgarse a quedar como preservativo descartable. De ningún gobierno", concluyó Asís.