Axel Kicillof planea refrescar su gabinete, ampliar su estructura, retomar el plan de obras demorado por la pandemia, volcar algo de dinero en la producción bonaerense y, con todo eso, apostar a un nuevo mandato. Así lo confirman desde su entorno donde ratifican, ante la consulta de PERFIL, que la jefa política sigue siendo la vicepresidenta Cristina Fernández, aunque reconocen que este plan requiere la buena convivencia con el jefe de Estado, Alberto Fernández.
El gobernador bonaerense no coincide en tonos ni tiempos con AF pero, según reconocen, no hay manera de despegar un proyecto del otro.
“A seis años de crisis tienen que seguirlos seis años de reconstrucción” dijo Kicillof el pasado domingo 6, en la Plaza Malvinas de La Plata, donde protagonizó un encuentro de campaña. Fue el anticipo de una decisión tomada, pelear por su reelección en 2023.
La primera batalla que observan desde su gabinete es la necesidad de mostrar acción de gestión, planes a futuro y cierto alivio de bolsillo. Por eso el 2022 y el 2023 estará dominado, según remarcan, por la proyección de la obra pública y su consecuente incremento de empleo, además de una mirada más detallada sobre temas coyunturales como el urgente cuidado del medio ambiente y en relación a la producción y la activación de las pymes radicadas en la Provincia que, según los datos previos a la pandemia, representan el 90% del aparato industrial bonaerense y más del 60% del empleo en la región.
“Si no podemos sentar las bases y empezar a mostrar resultados del programa de gobierno que estamos haciendo no hay chance de nada” dicen desde la gobernación.
Por eso afirman que el 15 no será la campana de largada para la carrera por la reelección en 2023 sino el inicio de otra etapa, que se ilusionan deberá ser más productiva.
En principio se esperan cambios en la estructura con la reedición del Instituto Cultural, creado en 2003 a partir de la escisión de la Dirección de Cultura y Educación. El Instituto había quedado inerte luego que la ex gobernadora, María Eugenia Vidal, creara el Ministerio de Cultura, con Alejandro “Conejo” Gómez a la cabeza.
La intención es activar políticas de Estado más vistosas y que remitan a las actividades artísticas gratuitas en toda la Provincia a la vez que despegar el Ministerio de Producción. Aún no hay nombres confirmados y no está claro si se podría reflotar el de la diputada bonaerense y ex decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, Florencia Saintout.
También se proyectó la creación de un Ministerio de Ambiente para atender cuestiones urgentes y relacionadas a su vez con nuevas formas de producción más sustentables. La Provincia esta demorada en este tema donde transcurridos tantos años ni siquiera se logró consensuar una ley que regule el uso de los agroquímicos, la producción ganadera en el sistema de feedlot y el tratamiento de la basura, entre otras cosas.
Un primer convocado para ocupar esa cartera fue el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, quien no había quedado conforme con los anteriores cambios de gabinete. El jefe comunal, quien transita su segundo mandato y no podría reelegir, había descartado la propuesta aunque fuentes del oficialismo sostienen que aún no desestimaron su nombre.
Un tercer cambio, aunque no motivado por el gobernador, podría ser la cartera de Seguridad, ya que su titular, Sergio Berni, definirá su continuidad a fin de año. En reiteradas oportunidades el ministro se mostró crítico del gobierno nacional, una postura que nunca fue amonestada por Kicillof sino por el contrario siempre fue avalada a partir de la ratificación del funcionario en su puesto. De darse, la salida de Berni representará un problema inmediato para el mandatario ya que, según reconocen en la calle 6 de La Plata, no aparecen candidatos capaces de contener una fuerza de más de 90 mil efectivos con intensas internas de poder.