En un acto donde no falto la ironía, el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, presentó en la Casa Rosada un plan de obras públicas destinado a los municipios jujeños. Sin embargo aprovechó la acasión tanto para destacar la gira de Cristina Fernández por México como para criticar a los medios por la difusión del Caso Skanska.
El presidente se refirió a los supuestos sobornos de la empresa sueca a funcionarios del Gobierno para obtener un contrato por la ampliación de un gasoducto en Córdoba. “Por los únicos que pongo las manos en el fuego es por el pueblo”, señaló Kirchner, aunque al mismo tiempo dijo que “tampoco” va a aceptar cualquier “imputabilidad” contra funcionarios del Gobierno.
“Quienes escribieron todas las notas, después van a sacar chiquito que ningún funcionario tuvo que ver”, advirtió el Jefe de Estado, quien agregó que las potenciales retracciones de los medios “va a haber que encontrarlas con lupa”.
Cristina. En otro apartado, el mandatario alabó la misión de su esposa en México. “Es importante que México y Argentina estén trabajando a pesar de las conformaciones ideológicas de ambos partidos”, en alusión al conservador Partido de Acción Nacional (PAN), al cual pertenece el presidente Azteca, Felipe Calderón.
Asimismo, Kirchner destacó la “inteligencia política” de Cristina y Felipe Calderón, para resolver las diferencias que él mantuvo con el ex presidente México, Vicente Fox, durante la Cumbre de Mar del Plata, donde el mandatario mexicano instó la conformación el Área de Libre Comercio Americano (ALCA), que impulsa los Estados Unidos.
Por otra parte, el presidente defendió el actual índice de desocupación –subió con respecto al último trimestre de 2006-, al señalar que el desempleo de los tres primeros meses de este año es “1,7 por ciento menor” con respecto a la misma época del año anterior –9,7 por ciento contra 11,4-.
Finalmente, Kirchner ironizó sobre la supuesta persecución que sufre de la oposición.:“Yo no puedo hacer nada”, dijo con respecto a la idea de que tiene pensado hacer campaña para las elecciones presidenciales, donde espera que la gente “va a llenar las urnas de buena memoria”.