En su primera aparición pública tras cederle el mandato a su esposa, la presidenta Cristina Fernández, Néstor Kirchner salió a criticar duramente a los Estados Unidos por el papel que está jugando en la investigación del venezolano nacionalizado estadounidense, Antonini Wilson.
“Mande al prófugo”, exigió Kirchner a los Estados Unidos, mientras que afirmó que “estamos siendo manoseados por una banda de mafiosos”. El ex Presidente apuntó sus cañones contra Washington, al considerar que buscan desestabilizar las relaciones de Argentina con Venezuela.
Kirchner -en su intento por desacreditar a la Justicia norteamericana- recordó que los Estados Unidos posee un centro de detención clandestino en Guantánamo (en la isla de Cuba), “donde se tortura y se oculta información” a los organismos internacionales de derechos humanos.
Palos a al Embajada. En sintonía con Cristina Fernández, el ex Presidente –que disertó en un almuerzo organizado por trabajadores de la empresa de agua reestatizada AYSA- también apuntó al embajador de los Estados Unidos en el país, Earl Antonhy Wayne, quien en las próximas horas recibirá de la Cancillería argentina una protesta formal por las denuncias.
"El embajador de los EE.UU. decía que las relaciones con la Argentina son buenas: lo que están haciendo en Miami es una vergüenza señor embajador, te lo digo como ciudadano argentino, así las relaciones no son buenas, ustedes nos tienen que respetar", enfatizó Kirchner.
“Esto (Argentina) no es una colonia, es un país soberano, tienen que respetar la justicia” argentina, demandó Kirchner. El ex Presidente recordó el pedido de captura internacional solicitado por la fiscal Martha Novatti contra Antonini Wilson, quien en agosto pasado intentó ingresar ilegalmente u$s 800.000 al país.
Más palos, pero a los medios. Finalmente, el “pingüino” criticó duramente al matutino La Nación, que hoy reprodujo las acusaciones del fiscal federal estadounidense Thomas Mulvihill, sobre el supuesto intento del kirchnerismo de intentar silenciar a Wilson para que no denuncie el destino del dinero.
“La verdad es una sola, no se puede mentir toda la vida. Sabemos a qué intereses responden”, señaló Kirchner en referencia al matutino, al cual acusó de ser colaboracionista de la última dictadura militar.