El próximo 15 de diciembre el Gobernador de Jujuy Gerardo Morales tiene previsto casarse con su novia, la escribana Tulia Snopek, con el presidente Mauricio Macri como invitado especial (si su agenda se lo permite), ya que el futuro esposo lo considera un amigo. Será una fiesta para 300 invitados y los trascendidos indican que tendría lugar en un hotel de Purmamarca. Pero lo que es motivo de alegría y de celebración del amor para cualquier pareja del mundo que decide unir sus vidas, en este caso tiene varios componentes escandalosos.
Es que la futura esposa del gobernador todavía no tiene sentencia de divorcio de su último matrimonio con Carlos Marti Coll, un reconocido abogado tucumano que, según la justicia jujeña, estuvo prófugo. Otras versiones aseguran que los problemas de Marti Coll con la justicia comenzaron por una denuncia de Snopek por "retención indebida de vehículo", aunque el hombre negó siempre tener ese rodado, y que Snopek habría vendido a una empresa tucumana. Para el abogado y ex rugbier tucumano se trató de una ‘maniobra’ de Morales para ‘quebrarlo’ y que acceda al divorcio. La orden de detención fue firmada por el juez Isidoro Cruz, quien envió a la cárcel a Milagro Sala.
El tema del divorcio se complica porque hay dos procesos judiciales: uno en Jujuy y otro en Tucumán. El de Jujuy tiene sentencia pero Marti Coll acudió al Tribunal Superior de Justicia de la provincia reclamando que lo habían excluido del proceso. La abogada de la escribana, Nivea del Valle Adera, le explicó al diario La Gaceta de Tucumán que la ex pareja de su defendida no pudo participar del juicio porque “firmó con tinta azul el escrito, y el sistema procesal de la provincia de Jujuy establece que todos los escritos se firman con tinta negra”.
Por otra parte, hace una semana, una resolución judicial de la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de San Miguel de Tucumán, ordenó hacer lugar a la medida de no innovar sobre el acta de matrimonio número 130, donde se registra el matrimonio entre Mari Coll y Tulia Snopek. Por eso, el Morales ya anticipó que si no estaban todos los papeles en regla, el 15 de diciembre se casaría por un ritual ancestral andino.
Morales anticipó que si no estaban todos los papeles en regla, el 15 de diciembre se casaría por un ritual ancestral andino.
La relación de Morales y Tulia comenzó hace muchos años, aunque el amor surgió en marzo de este año. La escribana integra una familia de larga tradición política en la provincia de Jujuy. Además de su hermano senador, también su padre Guillermo Eugenio fue legislador y llegó a gobernador, aunque no por el partido de Morales, sino por el Justicialismo. “Nos conocemos de toda la vida, prácticamente. Cuando mi papá era diputado provincial, Gerardo entró a la Legislatura y enseguida empezaron a trabajar juntos, aunque eran de partidos políticos diferentes. Hacían muchas leyes en conjunto, así que yo lo conocía de trabajar en mi casa, pero no nos habíamos vuelto a encontrar más allá de pasada en la calle o en un aeropuerto, y este año nos reencontramos y ahí empezó el amor”, contó a la revista ABC de Jujuy.
Lejos de los escándalos, Morales se muestra enamorado y define a su novia como "una mujer hermosa con un carácter fuerte y muy inteligente. Amo la política, pero muchas veces uno va renunciando a su proyecto de vida. Y ella me devolvió eso. Hace mucho que quería casarme con ella, estamos muy felices". Tulia Snopek es mamá de tres hijos, Milagros, Gregorio y Mauricio, que aceptaron de buen grado al nuevo novio de su madre.
♦ Detalles de la boda
La pareja quiere una celebración que tenga que ver con las tradiciones provinciales, con comida andina y productos locales. Con respecto a los regalos, la Morales y Snopek decidieron que donarían el dinero a la Prelatura de Humahuaca.
C.P.