La búsqueda del primer kirchnerista prófugo había sido desopilante

"¿Dónde está Wally?" es uno de los juegos más famosos del mundo. Hay que mirar una imagen con decenas (a veces centenares) de personajes, hasta dar con la carita de Wally, un simpático flaquito con gorro y remera a rayas. Parece fácil, pero suele llevar un buen rato resolverlo. Bien, hoy por la tarde en Pinamar el juego fue "¿Donde está Roby?", porque la policía bonaerense montó  un operativo de búsqueda del prófugo intendente K Roberto Porretti que tenía aristas muy graciosas. Por TV podía verse la revisión de algunos vehículos, incluso algunos que a duras penas se tenían sobre sus ruedas, y cuando los sabuesos decían que tenían que abrir el baúl para ver si no llevaban a Porretti escondido, los conductores dudaban entre la sorpresa y las carcajadas. Y fue digno de Ripley  ver como los policías revisaban luego las copas de algunos árboles, seguidos por las cámaras por supuesto, para ver si el jefe comunal no había optado por algunos de ellos como escondite.

Lo concreto es que el juez Gastón Giles había ordenado detener a Porretyti por la causa que investiga el pedido de coimas a empresarios propietarios de boliches bailables. El jefe comunal, vale aclararlo,  había estado por la mañana en la municipalidad de Pinamar, decenas de personas lo vieron, en las primeras horas de la tarde estuvo en su casa. Cuatro horas, mientras la policía lo buscaba en la ruta, se entregó en los tribunales de Dolores.

Lo cierto es que por unas horas Porretti fue el primer kirchnerista prófugo. De intendente mimado por el gobierno nacional pasó a ser un innombrable en las filas oficiales, cuando su imagen apareció en una cámara oculta solicitando coimas.

Atrás quedaron las imágenes del funcionario presentándose a trabajar tras ser suspendido por el Concejo Deliberante, como ocurrió el último 18 de marzo. Hoy, Porretti espera, detenido en Dolores, algún recurso judicial que lo salve de la prisión. Jamás habrá pensado que iba a terminar así su primera "temporada" como intendente de Pinamar.

La situación judicial del ex intendente de Pinamar está más complicada que nunca, ya que el juez natural de la causa, Gastón Giles, luego que la Cámara de Dolores rechazara por inadmisible una apelación de la defensa del intendente para solicitar la eximición de prisión de Porretti ante el Tribunal de Casación bonaerense.

Roberto Babington, uno de los varios letrados que dice defender a Porretti, había adelantado esta noche que el jefe comunal "va camino a la fiscalía de Dolores a entregarse". Era cierto.