A casi un mes de la fecha fijada por el Gobierno de la Ciudad para el regreso a las clases presenciales, el ministerio de Educación porteño fue el escenario donde los funcionarios recibieron a los gremios docentes.
En medio de la tensión que supone que el gremio mayoritario, UTE-CTERA, viene planteando sus dudas, y hasta su negativa, al regreso a las aulas, el encuentro fue el primero de una serie que se organizaron en la cartera educativa y que supondrán ONG, asociaciones de padres y alumnos.
En la reunión, la Ciudad volvió a insistir con que la decisión de Horacio Rodríguez Larreta está tomada: el 17 de febrero es la fecha en la que los chicos volverán a las clases presenciales en la Capital Federal.
Esa decisión viene generando una tensión que se incrementó esta semana tras las declaraciones del titular de UTE, Eduardo López, parte integral del Frente de Todos, quien planteó que no estaban dadas las condiciones para volver a las aulas. En ese marco, la ministra Soledad Acuña, quien desde septiembre del año pasado viene insistiendo en distintas formas de volver a recrear el núcleo educativo presencial, viene trabajando con su par de Salud, Fernán Quirós, para organizar las aulas “burbuja” y la mejor forma de que se puedan dictar clases en toda la Ciudad.
Los gremios, pero en particular UTE y también Ademys (un sindicato muy pequeño que suele ser muy crítico del Gobierno porteño y con unos cuatro mil afiliados apenas), fueron los primeros en oponerse y hasta, en el caso de CTERA, pudieron expresarlo a viva voz en varias reuniones con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, quien acató los consejos.
En este contexto, en la Ciudad ya visualizan un escenario de conflicto si es que los sindicalistas sostienen la posición de no comenzar a regresar, tras un año. En particular, afirman que en un año electoral UTE-CTERA, que podría llevar a Roberto Baradel como candidato y que ya tiene a Hugo Yasky como diputado nacional, va a radicalizarse en sus críticas al Gobierno porteño.
La cumbre. A todo esto, ayer, la Ciudad recibió a los gremios docentes en la sede del Barrio 31. Quien los recibió fue el subsecretario de Carrera Docente, Manuel Vidal, quien les reiteró que la fecha del 17 de febrero es una decisión tomada y además les informó sobre el plan que estaban desarrollando para que haya estrictos protocolos de higiene en las aulas.
“Si todos nos cuidamos y respetamos los protocolos, la escuela es un lugar seguro”, les planteó Vidal, quien viene de trabajar como viceministro de Educación nacional junto a Alejandro Finocchiaro. Los gremios convocados por la mañana fueron UDA, UTE, CAMYP, ADEF, SEDEBA, AMET, SEDUCA, ADIA y SUETRA. El resto de los 17 pasaron por la tarde.
Sin embargo, Eduardo López no apareció y cumplirá un año sin concurrir al ministerio de Educación porteño: solo estuvo cuando fue inaugurado en enero de 2020 y no volvió a pisarlo. Eso sí: tuvo tiempo, a pesar del aislamiento, para darse una vuelta por Casa Rosada para despedir a Diego Armando Maradona y sus hijas pudieron mostrarse en pleno velatorio, sin barbijo, en las rejas de la casa de Gobierno, colgando banderas, según reveló el diputado nacional, Lucho Bugallo en Twitter.
En el larretismo creen que solo UTE saldrá a criticar la presencialidad, como parte integrante del FdT. “Los demás sindicatos hay muchos a favor y otros que dudan, pero vienen a dar el debate”, reconocen en Uspallata, la sede del Gobierno porteño.