La entrevista completa de PERFIL que inició la semana agitada de Rafecas

El 5 de marzo, el juez federal en lo Criminal Daniel Rafecas se hizo cargo de la causa de la ex Ciccone Calcográfica, al declararse incompetente su par Norberto Oyarbide. No imaginaba el magistrado, en proceso de presentación de su libro Historia de la Solución Final, que terminaría saltando a la fama nacional apenas un mes después, al ser repudiado por el vicepresidente Amado Boudou tras el allanamiento de uno de sus departamentos.

De hecho, una semana antes del allanamiento y del discurso en el que Boudou lo cuestionaría, Rafecas sostenía que había pruebas "débiles" contra el vicepresidente en la causa que, según él, carecía de sustento.

En una entrevista concedida al diario PERFIL y publicada el domingo pasado, Rafecas argumentaba que "está claro que Boudou hizo gestiones como ministro para favorecer la entrada de esta empresa (The Old Fund) en Ciccone" pero que esas gestiones "pueden explicarse por tres razones".

"Una, es por razones estratégicas de que la fabricación de papel moneda es fundamental y entonces había que salvar la empresa, las fuentes de trabajo. La segunda hipótesis es esto de la guerra comercial con la empresa Boldt, y que hubo una decisión política de correr a Boldt y poner otra empresa en su lugar y salvar la empresa. Y la tercera hipótesis es la que trabaja la fiscalía y que es también perfectamente sospechable, y es que Boudou habría hecho toda esta movida para hacer desembarcar a sus amigos de la infancia", comentó el juez.

Sin embargo, para Rafecas, hasta el momento no habían surgido pruebas suficientes al respecto: "Hasta ahora no ha aparecido nada de eso, absolutamente nada, salvo la cuestión un tanto floja de que Boudou le alquila el departamento que es de su propiedad a un muchacho que es abogado, que se llama Carosso Donatiello, que a su vez es amigo de Vandenbroele". Ese departamernto sería el mismo que ordenó allanar y donde se comprobó que Vandenbroele pagaba las expensas.