La jerarquía de la Iglesia católica, salpicada por una serie de escándalos por curas pedófilos, cerró filas este domingo en torno al papa Benedicto XVI, quien pronunció su tradicional mensaje de Pascua desde San Pedro sin hacer sin embargo alusión a la polémica. En un gesto inédito, fuera de toda solemnidad religiosa, las celebraciones del domingo de Resurrección se abrieron en el Vaticano con un mensaje de solidaridad al Papa de todo el Colegio Cardenalicio.
Las palabras de solidaridad fueron pronunciadas por el decano, el cardenal Angelo Sodano, tras las críticas lanzadas contra el pontífice alemán por su actitud pasiva ante las denuncias de abusos sexuales cometidos con menores por sacerdotes en las décadas pasadas. "El pueblo de Dios está contigo" y "no se deja impresionar por las habladurías del momento", lanzó Sodano.
"Contigo los cardenales, tus colaboradores de la Curia Romana. Contigo los colegas obispos dispersados en el mundo, que guían las 3.000 circunscripciones eclesiásticas del planeta. Están en particular contigo en estos días los 400.000 sacerdotes que sirven generosamente al pueblo de Dios", afirmó el veterano purpurado.
El Papa ha sido acusado por importantes medios de prensa alemanes y estadounidenses de haber cerrado los ojos ante los abusos cometidos por sacerdotes cuando era arzobispo de Munich, en Alemania, e inclusive durante los 25 años que ejerció el cargo de prefecto de la Doctrina de la Fe, entre los más influyentes del Vaticano, antes de ser elegido pontífice en 2005.
Al pronunciar la tradicional bendición "Urbi et Orbi" ("a la ciudad y al mundo") desde el balcón de la basílica de San Pedro, ante miles de peregrinos provenientes de todo el mundo, el Papa se refirió más que todo a la crisis "profunda" que atraviesa la humanidad y no mencionó los escándalos que azotan a la Iglesia de Europa y Estados Unidos, causados por los curas pedófilos.
En su mensaje, el Papa condenó el "recrudecimiento" del narcotráfico en América Latina y el Caribe y pidió solidaridad para las poblaciones de Haití y Chile tras los devastadores terremotos de inicios del año. "Que la Pascua de Cristo represente, para aquellos países latinoamericanos y del Caribe que sufren un peligroso recrudecimiento de los crímenes relacionados con el narcotráfico, la victoria de la convivencia pacífica y del respeto del bien común", pidió.
"Que la querida población de Haití, devastada por la terrible tragedia del terremoto, lleve a cabo su 'éxodo' del luto y la desesperación a una nueva esperanza, con la ayuda de la solidaridad internacional", imploró. "Que los amados ciudadanos chilenos, asolados por otra grave catástrofe, afronten con tenacidad, y sostenidos por la fe, los trabajos de reconstrucción", clamó.
Papa mencionó luego los conflictos en Africa, en particular Congo, Guinea y Nigeria, y condenó las "persecuciones de cristianos" en Pakistán e Irak y reiteró sus pedidos de paz para el Medio Oriente. El Papa concluyó la ceremonia con la bendición pascual en 65 lenguas, entre ellas arameo y latín. La Semana Santa, que conmemora la muerte y resurrección de Cristo, se llevó a cabo en un momento difícil para la jerarquía de la Iglesia.
La situación es tan delicada, que el predicador del Papa, el franciscano Raniero Cantalamessa, tuvo que pedir disculpas públicas en un diario italiano por el sermón pronunciado el Viernes Santo ante el Papa en el que comparó las acusaciones contra el pontífice y la Iglesia Católica con el antisemitismo.
"Hay mucha instrumentalización del fenómeno, si bien es algo grave", comentó a la AFP el peregrino italiano Marino, uno de los muchos que asistieron a la celebración dominical. Durante toda la Semana Santa, los medios de prensa de la Santa Sede, L'Osservatore Romano y Radio Vaticano, han publicado mensajes de apoyo al Papa y condenado "la campaña de propaganda vulgar" contra la mayor autoridad de los católicos.
El cardenal francés Roger Etchegaray pidió que se haga "limpieza" dentro de la Iglesia pero sin "dejarse intimidar" ni padeciendo el "temor de los enemigos".
Fuente: AFP