Finalmente, la inseguridad metió la cola en la campaña electoral. Ayer, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, acusó al candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, de venderle a la gente “espejitos de colores” para combatir la ola de delitos.
Una de las iniciativas del intendente de Tigre es la colocación de cámaras de video en todo el Conurbano, una herramienta que le redituó de manera positiva en el distrito que administra. El jefe comunal elevó a la Legislatura bonaerense, además, un paquete de proyectos que incluyen reformas judiciales y la creación de la policía comunal.
“Yo no sé si Massa informa mejor el tema de la seguridad. Creo que una cosa es eso y otra es venderle espejitos de colores a la gente. La verdad es que ha tocado un tema muy sensible. Me parece que no es ético ni profesional aprovecharse de una necesidad que tiene la gente en la provincia”, embistió Berni.
Añadió que la creación de la policía comunal es un plagio de un proyecto que ya existe. “Es un papelón. Eso es abusarse de la gente”, advirtió en declaraciones radiales.
El funcionario K golpeó a Massa un día después de que el gobierno nacional publicara en el Boletín Oficial un programa federal de colaboración y asistencia para la seguridad, que consiste, en líneas generales, en aportar ayuda (con recursos y con fuerzas de seguridad nacionales) a las provincias.
Pero el problema de la inseguridad no es utilizado sólo por los candidatos opositores. Los intendentes kirchneristas del Gran Buenos Aires dijeron, tras el triunfo de Massa, que ese flagelo había incidido en los resultados que terminaron con una derrota oficialista en territorio bonaerense. “Se puede hacer ahora una obra faraónica, pero matan a un vecino y no se puede comparar la vida de una persona con una obra”, afirmó el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto. Su par de La Matanza, Fernando Espinoza, subrayó que la inseguridad influyó en un 70% en la pérdida de votos del kirchnerismo.
No es la primera vez que esto ocurre. En 2009, tras la derrota del ex presidente Néstor Kirchner –lo había vencido Francisco De Narváez–, acusó en privado al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de haber perdido la elección por culpa de la inseguridad. En los discursos de Scioli, con un activo rol en esta campaña, la inseguridad es un tema omnipresente. Pero, más allá de las palabras, lo que le preocupa al electorado –según cualquier sondeo de opinión pública– es la imposibilidad de llevar una vida tranquila, sobre todo, en el área metropolitana.