Con el objetivo de anunciar inversiones en materia industrial y la construcción de viviendas, el presidente Mauricio Macri visitó la provincia de Córdoba. El primer mandatario llegó a la localidad de Luque, ubicada a 100 kilómetros al sur de la capital provincial acompañado por el gobernador cordobés Juan Schiaretti, el ministro Rogelio Frigerio y los diputados Mario Negri y Nicolás Massot.
En su discurso, en la fábrica de la empresa Drean que realizó una inversión de 42 millones de pesos, detalló el destino de los fondos y hasta se permitió bromear con una empleada llamada Cristina, cuya mención despertó los silbidos de la gente: "No, Cristina la buena", enseguida ironizó el presidente.
Luego defendió enfáticamente los incrementos en materia energética: “No existía otra forma que aumentar tarifas. Si hubiera habido otra manera, alguna solución que hubiera evitado para mí hubiera sido más fácil y lo habría hecho, pero no había otra forma porque un país sin energía no funciona. Hoy estamos severamente afectados por los cortes de energía. Eso no se hace de un día para el otro, eso es magia y no hacemos magia, sino le estaríamos sacando el trabajo a Copperfield en Las Vegas”. Además advirtió que lo hecho fue para evitar que el país se tornara "inviable como lo es hoy Venezuela".
A lo largo de la jornada comentó en reiteradas oportunidades que se encuentra resfriado y con algunos problemas en su rodilla. “No estoy para que me llame Martino”, bromeó frente a su círculo íntimo.
Una vez culminado el acto Macri se dirigió raudamente en helicóptero hacia Jesús María en compañía de Schiaretti a quien le prometió el envío de Gendarmes para reforzar la seguridad en las localidades de las Sierras Chicas luego de la polémica por el desembarco de la fuerza exclusivamente en Villa Allende, localidad cuyo intendente Eduardo “Gato” Romero mantiene una estrecha amistad con el presidente.
En Jesús María, Macri anunció en el predio de la Sociedad Rural de esa localidad un plan de hábitat para Córdoba, el cual prevé la erradicación de viviendas-rancho con una inversión de casi 481 millones de pesos y se dedicó a repartir en colegios de la zona las utilidades generadas en la última edición del Festival Nacional de Doma y Folklore.
El presidente no se quedó en la cena de gala prevista para la jornada y emprendió el regreso hacia Buenos Aires.
(*) Desde Córdoba, especial para Perfil.com