La semana de elecciones en las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires dejó como resultado buenos triunfos del Frente de Izquierda, que se opacaron por la sorpresiva derrota en Medicina en manos del reformismo (radicales, socialistas, peronistas e independientes), algo que podría repercutir en la FUBA, que nuclea a los representantes de todas las facultades. El kirchnerismo, a su vez, mostró nuevamente dificultades para hacer pie en el mundo universitario porteño y perdió puntos respecto de la última elección.
La FUBA termina siendo siempre la batalla principal. Y con los resultados de esta semana, el radicalismo y sus aliados se entusiasman con poder arrebatarle la conducción a la izquierda (compartida entre la “ortodoxa” y la “independiente”). Se basan en que el reformismo cuenta como propias Económicas, Derecho –las retuvo por amplio margen– y Medicina, las tres facultades más importantes de la UBA.
El balance de las elecciones deja como saldo que el PO, el PTS y aliados lograron recuperar cuatro facultades que estaban en manos de la izquierda independiente (fuerzas como Marea Popular o La Mella). Así, conducirán los centros estudiantiles de ocho facultades. Recuperaron el liderazgo en Sociales, Filosofía y Letras, Ciencias Exactas y Psicología, retuvieron Veterinaria, Farmacia y Arquitectura, y a fines de septiembre buscarán mantener Ingeniería.
Esto, sin embargo, no cambia considerablemente el mapa en la FUBA, donde las dos fuerzas de izquierda son aliadas. La votación en Medicina, sin embargo, es la que puede terminar cambiando el cuadro. Allí, Nuevo Espacio le ganó a El Frente por 42,7% a 40,9%. Cómo si fuera poco, el reformismo también ganó en el Consejo Directivo en el claustro alumnos (junto a graduados y profesores arman el cogobierno en cada facultad).
De esta manera, la izquierda ortodoxa hizo un balance positivo de la elección, porque logró ganarle la pelea a la izquierda independiente, que le había sacado poder en los últimos años. Y recuperó así viejos bastiones como Sociales, “Filo” y “Psico”. Los radicales de la Franja Morada, reencarnados ahora en alianzas y con otros nombres, también tuvieron motivos para festejar y entusiasmarse con recuperar el poder universitario perdido. El triunfo en Medicina sólo estaba en la cabeza de los más optimistas. Para el kirchnerismo, en tanto, la votación significó una nueva frustración.
El candidato de ‘6,7,8’ perdió en Sociales
El kirchnerismo universitario llegaba a las elecciones en la UBA con la aspiración de acrecentar sus posiciones en la Facultad de Ciencias Sociales, el único bastión donde había obtenido buenos resultados. Allí, postuló al panelista de 6,7,8, Edgardo Mocca, como candidato a director de la carrera de Ciencia Política.
Sin el respaldo de todo el kirchnerismo, Mocca perdió contra el radical Luis Tonelli, quien logró ser reelecto por sus triunfos en los claustros de profesores y graduados, donde tuvo un entendimiento con líneas que responden al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
En la pelea por el centro de estudiantes, la lista Vamos Sociales que apoyaba La Cámpora terminó en el tercer puesto, detrás de dos listas de izquierda.
Al cierre de esta edición, todavía se contaban voto a voto las urnas para el Consejo Directivo, que había sido el único triunfo kirchnerista en la última elección, en 2011.
En facultades de peso, como Derecho, Medicina y Económicas, las listas K no pasaron del 10%.
