Al borde del plazo final que puede disparar un nuevo default de la deuda argentina, la agrupación kirchnerista Movimiento San Martín -que responde al presidenta de la Cámara de Diputados Julián Domínguez- lanzó un afiche visible ahora en las calles porteñas que arenga la "batalla" entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el juez neoyorquino Thomas Griesa.
El cartel consigna: "Ayer, Braden o Perón. Hoy, Griesa o Cristina". Está ilustrado con las banderas de Estados Unidos y Argentina, como una forma de demostrar el caráctar gesta patriótica de la negociación de la comitiva argentina enviada ante el mediador Daniel Pollack.
La misión no será presidida por el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien acompañó a la Presidenta a Venezuela, para una reunión del Mercosur y estará integrada una vez más por los secretarios de Finanzas, Pablo López; Legal y Administrativo, Federico Thea, y la Procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.
La inasistencia del Jefe del Palacio de Hacienda fue interpretada por los mercados como una señal de que la decisión, de no avanzar en un arreglo al menos hasta el mes de enero, cuando caiga la clásula RUFO, ya ha sido tomada.
Para el Gobierno argentino, cualquier negociación o acuerdo con los holdouts antes del 31 de diciembre de 2014 haría activar la cláusula RUFO, lo cual provocaría demandas por cifras millonarias. Frente a este escenario, la Argentina le propuso a los holdouts que tomen seguros y asuman los riesgos de futuros reclamos por esta cláusula incluida en los títulos reestructurados.
El afiche publicado hoy no es el primero de la cantera estratégica de Domínguez. "No pasa naranja", señalaba el afiche difundido a mediados de julio en instancia del partido entre Holanda y la Selección Argentina pero el cual tenía un solapado mensaje hacia el oficialismo en la provincia de Buenos Aires y la intención de Daniel Scioli de postularse a presidente de la nación, voluntad compartida por el titular de Diputados.