Desde Córdoba “A mi hermano lo acribillaron policías de civil. Los vecinos no tienen esa puntería”. Con la voz entrecortada, Ricardo intenta explicar lo que pasó el fatídico momento en que mataron a su hermano, Javier Alejandro Rodríguez, de 20 años quien se transformó en la primera víctima de los saqueos a nivel nacional. Cuando comenzaron los desmanes en Córdoba y los comercios arrasados comenzaban a contarse por decenas, Javier y Eduardo Bustamante, su amigo de toda la vida, circulaban en moto en los alrededores del supermercado Buenos Días, del populoso barrio Deán Funes. Allí un numeroso grupo de personas se llevaba lo que podía, alimentos, bebidas, electrodomésticos, lo que encontraban. De pronto un grito lo cambió todo: “Ahí viene la cana”. Cientos de personas comenzaron a correr sin dirección bajo el ruido temerario de las balas. Javier recibió un disparo que lo atravesó. El joven cayó al piso y fue trasladado al hospital de Urgencias, que en ese momento estaba colapsado recibiendo heridos de todos los rincones de la ciudad, por lo que buscó atención en el Hospital San Roque. Pero llegó sin vida. “Herida de arma de fuego en la región del tórax” fue la explicación oficial respecto a la muerte. La familia asegura una y otra vez que Javier y su amigo no estaban saqueando, sin embargo otras versiones indican que estaban ayudando a trasladar lo robado. Poco le importa lo que digan los demás al hermano mayor de “Javi” quien remarca que esto fue un asesinato. “Lo fusilaron. Había más de 40 balazos en la zona donde cayó herido mi hermano, tiraron a mansalva. Según nos contaron son policías que andaban de civil en la zona del hipermercado Libertad y cuando escucharon de los saqueos en el súper se vinieron. Ellos llegaron y dispararon con balas de plomo, sin previo aviso, con una puntería que los vecinos no tienen. Mi hermano murió, en cambio el otro chico recibió tres tiros y se pudo recuperar porque lo atendieron rápido, pero mi hermano no pudo contarlo” relata Ricardo. En la casa de los Rodríguez, en Ciudad Evita, todo es tristeza. “Mi mamá esta destrozada, llora todo el día y casi no sale de su hogar. Ella no trabaja, y él era el sostén de la familia. Aún no se cómo vamos a salir de esto” agrega. Fanático de Talleres, Javier se mantenía haciendo “changas” de jardinería en alguno de los lujosos countries de la ciudad. “Esperamos que se haga justicia. Le tocó a mi hermano pero pudo haber muerto cualquier otro, porque los tiros que se hicieron fueron a matar”, completó Ricardo. El caso es investigado por la fiscal Adriana Abad quien tiene a su cargo todo lo relacionado con los saqueos que sufrió la ciudad de Córdoba y que dejaron un total de más de mil comercios afectados, 200 detenidos e innumerable cantidad de material secuestrado tras cientos de operativos.
